viernes, noviembre 20, 2009

EL CODIGO BEST-SELLER: El Síbolo Perdido de Dan Brown

Ser escritor de Best-Sellers no debe ser cosa fácil. Despedazado por la crítica literaria por un lado y obligado a que tu siguiente novela sea tan exitosa como la que te llevó a la fama, la mezcla resulta un coctel de esos que no debe dejarte dormir muy bien por las noches. Y es que todos criticamos al fenómeno del Best-Seller, pero es el que permite que otras escritores, “que-si-son-literarios” sigan publicando. ¿Por qué? Porque el éxito comercial de estas obras son las que mantienen a flote a una editorial y le permiten seguir publicando otro tipo de libros.

Primero definamos que consideramos como Best-Seller. Por ejemplo, a nadie en su sano juicio artístico se le ocurría tachar de autor “bestsellero” a, digamos, Milan Kundera. Pero la verdad es que si lo es, al menos en lo referente a lo que best-seller significa en español: lo más vendido.

Pero no, nosotros consideraremos aquí al Best-Seller como aquellas obras de ficción popular que venden millones de libros en casi todo el mundo, se mantienen semanas en las listas de lo más vendido del New York Times o el Washington Post, y cuyos autores frecuentemente son adaptados al cine, como Stephen King, John Le Carré, Ken Follet, J.K. Rowling, Stephenie Meyer, Irving Wallace o el rey midas de la industria editorial, John Grisham.

Por lo general, estos autores son despreciados. Ningún crítico literario que se precie de ser “realmente literario” consideraría que esta literatura valga para nada más que para entretener a la masa. El escritor del Best-Seller tiene entonces el status artístico de un productor o director de cine cuyos filmes son Block-Busters y cuyas películas, también para la masa y cuyo arte no va más allá de una producción realmente fastuosa, pero con fines meramente comerciales.

Así es. El escritor de Best-Seller es considerado pues, un tipo que escribe literatura capaz de ser – básicamente - comercial. Y bueno, siendo sinceros, es cierto.

Dan Brown pertenece a este grupo y por sus libros ha ganado mucho dinero. El Codigo Da Vinci, el libro que lo popularizo, es también quien lo catapulto a una fama de la que por el momento, no podrá escapar. Sin embargo, ya son notorios los estertores de su muerte. ¿A que nos referimos?
Bueno, los autores de Best-Sellers, si no logran un nivel de calidad e interés suficiente para el público, que por lo general siempre tras la novedad, van desapareciendo. ¿Dónde quedaron Irving Wallace y A.J. Cronin? Ya fuera de Estados Unidos son raramente reeditados estos escritores que en su momento vendieron también millones de ejemplares, y seguro algo como EL PREMIO NOBEL (de Irving Wallace) un melodrama ramplón y patriotero, pero eso sí, lleno de sexo y de mórbidas escenas sobre lo que pasa detrás bambalinas del Nobel, no pasará a la posteridad. Por lo general, el escritor de Best-Seller sigue una fórmula que le da resultado. Irving Wallace, por ejemplo, gustaba de sazonar todas sus novelas con sexo explicito y de manejar temas tabús en la sociedad norteamericana.

El problema con Dan Brown es que su formula fue de un momento y va claramente de picada.
Su último libro EL SÍMBOLO PERDIDO trae de regreso al unidimensional Profesor en Simbología, Robert Langdon, para desentramar un nuevo misterio en relación a otro código, esta vez, de los masones. Sin embargo, su público ya no ve con buenos ojos el uso de la formulita que tanta fama le dio con ANGELES Y DEMONIOS y EL CODIGO DA VINCI: Robert Langdon tiene el tiempo contado para descubrir que hay detrás de una intriga que incluye asesinatos, sociedades secretas, “sabiduría ancestral” y símbolos que de una y otra forma han ayudado a cimentar nuestras instituciones actuales. El primer libro, Ángeles y Demonios, atenta – digámosle así - contra la institución vaticana en particular; la segunda, El Código Da Vinci, contra la figura religiosa de Jesucristo y María Magdalena (y por lo tanto, en las creencias fundamentales de varias iglesias) y esta tercera, “descubre” que la creación de Estados Unidos está fundamentada en las creencias esotéricas de los masones.


Lo que hace el escritor de Best-Sellers es acercar esos temas – candentes, interesantes, sorprendentes o tabú – a la persona de “a pie”, de una forma atractiva (la ficción) y fácil de entender (la divulgación de los tópicos del tema en sí). Por ejemplo, la formula de Michael Crichton (PARQUE JURASICO) consistía en investigar los temas más controvertidos o fantásticos de la ciencia y estructurar una ficción sobre ellos. Su punto clave era no alejarse demasiado de nuestra actualidad para ofrecer a la obra un aura de “posibilidad verosímil” a sus planteamientos. Por otro lado, la formula de Arthur Hailey (HOTEL, AEROPUERTO) era la de investigar a fondo como funcionaban las cosas en cierta industria o lugar – desde el trabajador más sencillo, hasta el directivo más alto – y sazonar toda esa información, muchas veces sorprendente, con un melodrama intenso con muchas cosas en juego.

El lector de Best-Seller se alimenta de toda esa información que despierta la curiosidad, la sorpresa y muchas veces, el morbo. En esta nueva novela de Dan Brown seguimos pues el mismo camino de las anteriores, para ver como el personaje principal va corriendo de punto a punto de Washington para descifrar un código y de esa manera salvar de la muerte a un amigo y maestro de él – masón por supuesto – que ha sido secuestrado.

No falta en esta novela el malo clásico, la pareja femenina de Langdon en turno (esta vez es una mujer de casi 50 años, tal vez con alguien ya en mente para la versión cinematográfica), los policías (esta vez la CIA y también con una mujer como jefe) que dificultara y pondrá más trabas a la misión de Langdon, los aliados que parece que lo son pero no son ( o si son, pero esta vez fueron coaccionados) y los personajes con la M de muerte en la frente, escritos únicamente para ser matados.

Por supuesto, también está el atractivo, las clases de simbología masónica que capitulo tras capitulo nos van revelando cosas que no sabíamos sobre Estados Unidos y que nos descubren una especie de “otra realidad” detrás de la realidad que vivimos comúnmente y la popularización de algo que Brown dice se llama “Ciencia Noética” que ciertamente no es más que una mezcla inmisericorde de creencias New Age (de las que aparecen en libros como EL SECRETO y LOS MENSAJES SECRETOS DEL AGUA) que se supone están respaldadas por trabajos verdaderamente científicos y que cambiaran la percepción del mundo porque demuestran la existencia del alma y del poder de la mente para cambiar la realidad.

A final de cuentas, Brown no cumple con nada. La ciencia noética se adivina puras jaladas y realmente es muy poco y muy vago lo que expone sobre ella. Los personajes hacen estupideces para que el guión sigua funcionando (por ejemplo, siempre caen en la misma trampa), Langdon se la pasa diciendo que todo es un mito, o es imposible, para después descubrir que si es posible o que no era un mito y volver a lo mismo en la siguiente fase de la búsqueda.

El libro es fácil de leer porque está escrito en pequeños capítulos que también guardan su fórmula: dejar el descubrimiento o la situación en suspenso. Hace trampa en muchas ocasiones para intentar desviar la atención del lector de suposiciones que son ciertas (y que tienen que ver con la sorpresa final de tal o cual personaje) para que diga: ¡Ah, este tipo no puede ser el asesino por tal razón...” Y resulta que si, si era.

EL SIMBOLO PERDIDO representó para muchos de los fans de Brown una verdadera desilusión porque ya están acostumbrados a su esquema y no han encontrado nada nuevo ni digno de rescate en esta novela. En Amazon, por ejemplo, hay casi 800 críticas negativas contra unas 600 positivas, sin incluir a 345 más que la califican en la mediania. Aquí en México, es notorio que no representó el éxito de ventas que se esperaba.

Se adivina que Brown no estará de plácemes. Esta edición ha sido una de las más caras de la historia (con un tiraje de cinco millones de copias) y su precio ya ha bajado en Amazon.com de 29.95 a 12.25 en su edición de tapa dura. Si a eso le aunamos que sus anteriores novelas DIGITAL FORTRESS y DECEPTION POINT tampoco fueron tan trascendentes más allá de su país de origen, las cosas pintan mal para el futuro de Langdon cuya última aventura – que se adivina con motivos puramente comerciales – no fue pero ni por asomo, lo que se esperaba.

Sinopsis:
EL SÍMBOLO PERDIDO ES UNA CARRERA MORTAL A TRAVÉS DE UN LABERINTO DE CÓDIGOS Y VERDADES OCULTAS QUE SE DESARROLLA BAJO LA VIGILANTE MIRADA DEL VILLANO MAS TERRORÍFICO HASTA AHORA CREADO POR DAN BROWN. UNA TRAMA QUE TRANSCURRE ACELERADAMENTE ENTRE PASADIZOS SECRETOS, TÚNELES Y TEMPLOS DE WASHINGTON, D.C. EL PROFESOR LANGDON ES CONVOCADO PARA DAR UNA CONFERENCIA EN EL CAPITOLIO, INVITADO POR SU QUERIDO AMIGO Y MENTOR, PETER SOLOMON, UN MASON DE ALTO RANGO. POCO TIEMPO DESPUÉS DE SU LLEGADA, LA NOCHE TOMA UN EXTRAÑO CAMINO CUANDO DESCUBRE EN EL EDIFICIO LA MANO CERCENADA DE SOLOMON, TATUADA CON CINCO SÍMBOLOS ANTIGUOS. LANGDON RECONOCE EL SECRETO DETRÁS DEL PERTURBADOR HALLAZGO... UNA ANTIGUA INVITACIÓN DESTINADA A CONDUCIR A QUIEN LA RECIBE AL LEJANO MUNDO PERDIDO DE LA SABIDURÍA ESOTÉRICA.

martes, octubre 13, 2009

PESADILLA EN EL PAIS DE LAS MUJERES: EL CUENTO DE LA CRIADA de Margaret Atwood

Me encuentro leyendo en este momento EL CUENTO DE LA CRIADA (The Handmaid´s Tale) de la escritora canadiense Margeret Atwood. Aunque ya había visto la película ahora me encontré con la oportunidad de leerlo en una edición de Brugera publicada, sin duda alguna, gracias a que en el 2008 la obra ganó el premio Príncipe de Asturas.

La trama retrata un estado fascista del futuro cercano donde gracias a las guerras las mujeres han perdido su capacidad de reproducción. Solamente unas cuantas son capaces de dar a luz, por lo que el estado las ha reclutado para labores de reproducción. Oído así suena sencillo, pero el mundo retratado por Atwood es una verdadera pesadilla, en especial para las mujeres.

El país que nos presenta Atwood, la nación de Gilead, es a todas luces un Estados Unidos donde el fanatismo religioso ha sido convertido en ley y controla desde los medios hasta la escasa producción alimentaria de la que depende el país. Realmente, o al menos en la parte donde yo voy, todavía no conocemos más allá de los territorios donde se refugian las mentes que ostentan el poder. Y es posible que siga así porque la novela habla precisamente de eso, de cómo el poder es perpetuado por un sistema infame que todo acabamos aceptando y además, participando.

Las mujeres que pueden dar a luz son aleccionadas casi de forma militar para aceptar un papel de salvadoras de la patria al poder engendrar hijos, niños que crecerán y poblaran el país que ahora se encuentra asolado por la infertilidad y que tal vez también irán a la guerra y extenderán la palabra de Dios por todo el orbe. El hombre ha convertido a la religión en un monstruo y aunque la novela es una obra de ciencia ficción en toda la tradición de 1984 de Orwell, está mucho más cerca a la realidad de lo que pensamos.

Mientras se le la obra, uno va armando un mundo extraño que realmente se antoja casi fantástico en sus matices de horror. En una parte del libro, incluso, uno se cuestiona si un estado así puede hacerse de un país en pocos años. Suena increíble. Pero si tomamos en cuenta lo que pasó con la Alemania nazi, nos enteramos que es totalmente verosímil. Por supuesto, el mismo relato nos lleva a reflexionar sobre lo que pasó en Irán. De un día para el otro, el islamismo fanático (que no es lo mismo que el islamismo aunque ahora se tienda a pensar que si) se hace de toda una nación y la convierte en otro Gilead. No es ciencia ficción. No es algo creado por Atwood. Existe y se encuentra ahí, en el mapa, frente a nuestros ojos.

En una escena de la novela, un grupo de turistas japoneses (¡oh, gran ironía!) piden a la protagonista y a una acompañante les permitan tomarles una fotografía. Las jóvenes japonesas, vestidas como cualquier occidental de hoy, miran sorprendidas a esas mujeres en hábitos rojos y cubiertas por un velo semitransparente que se niegan a ser fotografiadas porque en los campos de adoctrinamiento se les ha dicho que aquello equivale a una violación. Supongo que algo así debe ocurrir en Irán.

Pero no nos alegremos. Un país como el nuestro no está exento de una posibilidad así. Ahí tenemos Venezuela. Hubiera podido creerlo de Nicaragua ¿Pero de Venezuela? Una multitud de camisas rojas se aprieta en una plaza pública apoyando una ley que le permitirá al gobierno saber quiénes son los traidores antirevolucionarios. En Estados Unidos tenemos una ley patriota que es lo mismo que Chávez propondría, bajo el pretexto de que son amenazados por el terrorismo.

EL CUENTO DE LA CRIADA al igual que la novela de Orwell (1984) o la de Zamiatin (Nosotros), no descubre el hilo negro pero nos lo muestra con toda su crudeza y nos obliga a reflexionar.

Realmente no es una novela feminista como muchos han dado en calificar. Su idea no es que las mujeres son el centro de todas las injusticias humanas sino de cómo el poder se vale del miedo y las situaciones críticas para imponer sistemas totalitarios y fosilizantes que la masa acepta de inmediato como la resolución a sus males, y que acaban convirtiéndose en formas de vida bestiales y degradantes. Hay una parte del libro que en especial me pareció verdaderamente horrible. Dice sencillamente así:

- Si las ven – si las ven – es como si las penetran, añadía con voz temblorosa (Tia Lydia). Y vosotras, niñas, deben ser impenetrables. Nos llamaban niñas.

Niñas como una palabra que refuerza el poder. Para el estado, ellas serán eso, criaturas a las que se les ha de educar, a las cuales se les dirá como pensar, lo que deben hacer y decir. No estarán maduras para el estado hasta que asimilen la ideología, hasta que piensen y actúen como este… hasta que sean “el sistema”. Niñas es la palabra de la despersonalización, y se toma de su concepto solo las partes que le dan al estado el pretexto para perpetuar su poder totalitario. Ya no son mujeres. Son niñas. Y deben ser educadas o castigadas dependiendo de esta categorización. Es verdaderamente espeluznante. Y lo peor es que ese horror está aquí, a la vuelta de la esquina. En el país de al lado. En la comunidad más cercana.

Existe una versión para cine, THE HANDMAID´S TALE (Volker Schlöndorff, 1990) con Faye Dunawey, Natasha Richardson y Robert Duvall de esta obra y también una ópera que tuve la oportunidad de conseguir hace ya bastante tiempo. Vale la pena conseguirlas.

EL CUENTO DE LA CRIADA (Película completa)

sábado, octubre 03, 2009

LA ORILLA DEL FIN DEL MUNDO: The Forbidden Quest de Peter Delpeut

22 de Marzo. – La oscuridad era todavía más densa y sólo la aliviaba el resplandor del agua que nacía de aquella blanca cortina (de algo parecido al vapor) alzada sobre nosotros. Muchas aves gigantescas, de una blancura fantasmal, venían continuamente del otro lado del velo blanco, y su grito, mientras se perdían de vista, era el eterno ¡Takeli –li! Vimos que Un-un se estremecía en el fondo de la canoa, pero al tocarlo descubrimos que su alma lo había abandonado. Y de pronto nos vimos precipitados en las entrañas de la catarata, y una sima se abrió en ella para recibirnos. Pero a nuestro paso surgió una figura humana, velada, con unas dimensiones mucho más grandes que las de cualquier habitante de la tierra, y con una piel tan blanca como la nieve…

Este es prácticamente el silencioso y terrorífico fin de la novela de Edgar Allan Poe, LA NARRACIÓN DE ARTHUR GORDON PYM DE NANTUCKET, un clásico inolvidable y verdaderamente espeluznante del cual ya hemos tenido oportunidad de platicar. La historia es tan poderosa y sorprendente que ha inspirado una serie de obras más a partir de su enigmático final. Prácticamente dos maestros de la literatura fantástica no pudieron evitar el escribir sendas continuaciones a este relato: Julio Verne con LA ESFINGE DE LOS HIELOS y Howard Philips Lovecraft con EN LAS MONTAÑAS DE LA LOCURA.

Ahora, me ha tocado ver una continuación más pero en formato de cine. Me refiero a LA ORILLA DEL FIN DEL MUNDO (The Forbidden Quest 1993) del director Holandés Peter Delpeut, un filme narrado en clave de documental, donde el último sobreviviente de una expedición al antártico (o sea, el Polo Sur) relata las vicisitudes y horrores a las que se tienen que enfrentar los marineros de una nave cuya misión parece arrancada de la locura.

El director relata esta historia usando el metraje real de diferentes expediciones al helado continente realizadas a principios del siglo XX, muchas entintadas, otras en blanco y negro, que le otorgan a la trama una interesante sensación de verosimilitud. El actor Joseph O'Conor interpreta al sobreviviente de la expedición de 1914, un ahora avejentado carpintero llamado J. C. Sullivan quien sentado frente a una cámara de un realizador documental, va platicando su terrible y pesadillesca odisea. Enrolado en el Hollandia, el carpintero se ve enfilado junto con toda la tripulación al polo sur. Tomados por sorpresa e ignorantes de la verdadera misión de la nave, los marineros aceptan dirigirse hacia allá mientras el camarógrafo de la expedición va tomando registro de todo el viaje: Un pueblo ballenero, las hermosas tomas de los mares helados, la embarcación de docenas de perros de trineo, los icebergs flotantes que parecen islas y las diversiones de la gente de la tripulación.

El barco, comandado por el capitán Van Dyck, lleva además de toda esta carga humana y perruna a un extraño personaje, un oscuro y misterioso italiano que ha pagado el costo de esta expedición y cuyo objetivo es un misterio. Y entonces, cuando el Hollandia entra de lleno a los mares de hielo del polo, se encuentran con la primera sorpresa: un gigantesco oso polar, habitante solo de las llanuras heladas del norte, nada majestuoso en las frías aguas del océano. ¿Qué hace un oso polar ahí? El italiano ordena su caza y los marineros se enfrascan en una cacería salvaje y desalmada que deja aterrados a muchos de los hombres de la tripulación.

La muerte del oso es el principio de una serie de oscuros presagios, cada vez más extraños y aterradores que llevaran a la muerte a la expedición entera, a los marineros y a la filmación de un lugar de pesadilla, oculto en el centro mismo del polo.

Una mezcla de historia de tierras perdidas, la leyenda de la tierra hueca, criaturas misteriosas, fantasmas y el ojo documental de la cámara de cine se conjugan en un film que es de esas extrañas joyas perdidas del fantástico que no han logrado volverse de culto, precisamente por su dificultad para encontrarlas. No es una película perfecta y la mirada atenta podrá darse cuenta sin dificultad que mucho del material corresponde a diferentes filmes, que se han agregado algunos detalles de animación y que muchas veces la historia tiene que adaptarse al material utilizado más que al revés, pero lo verdaderamente interesante es que todo ello ha quedado muy bien armado con la lógica de la historia.

En lo personal, esta clase de relatos me fascinan. Películas como LA ISLA EN LA CIMA DEL MUNDO (The island in the top of the world, Robert Stevenson, 1974), la fabulosa producción de Walt Disney donde un millonario se interna en el polo norte en un dirigible para buscar a su hijo perdido, encontrándose poco después por una isla donde aún viven vikingos, marcaron prácticamente mi gusto por este tipo de cuentos, muy frecuentes en la mítica revista Weird Tales.

Finalmente y aunque la película no lo tome en cuenta (en los créditos menciona que su inspiración directa han sido la novela de Poe y de Verne y el poema LAS TIERRAS BALDÍAS de Elliot) hay una gran similitud con otra obra maestra del fantástico: LA BALADA DEL VIEJO MARINERO, la poesía de Samuel Taylor Coleridge que narra una odisea al helado polo sur tan terrorífica como la ya comentada. Ahí también, un anciano marinero cuenta su terrible historia a un joven de un pueblo pesquero quien sorprendido – al igual que los documentalistas de este film – escucha la trágica y sobrenatural trama de la aventura. El libro de Coleridge cuenta con las hermosas y oscuras ilustraciones de Gustave Doré que logran complementar de forma sublime esta gran obra de la literatura universal… y extrañamente, en una de sus viñetas vemos al barco condenado pasar al lado de un grupo de oso polares en los hielos del sur.

LA ORILLA DEL FIN DEL MUNDO aparece ahora en México en DVD bajo el de Arhouse Movies y es de esas pocas oportunidades que tenemos de acceder a obras realmente hermosas y originales. Si tienen la ocasión de adquirir esta versión, háganlo, porque puedo garantizar que es una obra imprescindible para todo amante del buen cine fantástico.

LA ORILLA DEL FIN DEL MUNDO
  • The Forbidden Quest
  • Peter Delpeut 1993
  • Arthouse Movies, DVD

martes, septiembre 29, 2009

CLICHÉS DE LAS TINIEBLAS: NOCTURNA de Hogan y Del Toro

En un mercado literario actualmente infestado por vampiritos románticos y adolecentes, Guillermo del Toro y su co-autor, Chuck Hogan prometían en NOCTURNA su novela de terror, un regreso a los vampiros de en serio: muertos vivientes que no tienen nada de tiernos y si de bestiales. Y siendo sinceros, la novela lo cumple pero…

Primero. Dejemos bien asentado que la novela es entretenida. No se sí Guillermo del Toro escribió parte del libro o el encargado de eso fue Hogan, pero lo cierto es que como blockbuster literario es efectivo. Sin embargo puede notarse a miles de kilómetros que lo que estamos leyendo es una trasposición a texto novelado de una película para televisión que aún no se ha realizado. Su esquema es totalmente ese y casi podemos ver los lugares donde se insertarán los anuncios comerciales. Casi podemos sentir que NOCTURNA es el primer DVD que viene en forma de libro.

Segundo. Si quisiéramos resumir esta novela – la primera parte de una trilogía – la realidad es que sería sumamente fácil. No es otra cosa que un CSI vs. Drácula.

La cosa va así: Un avión de pasajeros que desciende en el aeropuerto de Nueva York se vuelve un foco rojo al descubrirse que todos – o casi todos – sus pasajeros están muertos. Se presume que una especie de mortal virus contagió a la tripulación y a los viajeros matándolos en sus asientos. Ephraim Goodweather, encargado del equipo de crisis para situaciones biológicas es llamado para investigar el caso y se encuentra con una gran morgue improvisada en uno de los hangares del aeropuerto. Sin embargo hay una noticia: tres personas entre las que se cuenta un famoso cantante de rock, una abogada y un piloto aviador han sobrevivido y se convierten en uno de los puntos clave de la investigación.

La situación real es un enigma para Ephraim, pero no para un anciano, Abraham Setrakian quien reconoce en los síntomas de los cadáveres presentados por televisión la nefasta influencia de un monstruoso ser que ha perseguido por años. Setrakian lo enfrentó un campo de concentración nazi y conoce de lo que es capaz. Sabe a lo que ha venido.

Esa noche, Nueva York comenzará su descenso a los infiernos cuando un grupo de hambrientos vampiros comience a alimentarse en la ciudad y convertir a sus víctimas en nuevos soldados de un ejército de muertos vivientes imparables.

Como podemos ver la trama no es cosa del otro mundo y eso se va dejando sentir cada vez más profundamente mientras la historia avanza. Realmente poco o nada de lo que vamos a leer en esta historia es original y su desarrollo está infestado tanto de vampiros como de clichés televisivos.

El principio del libro no es otra cosa que la llegada de Drácula a Londres, solo que esta vez, se convierte en Nueva York. Hay hasta una escena donde vemos al vampiro cargar su ataúd. Los demás personajes es lo que nos esperábamos de la más clásica película de chupadores de sangre, con guiños y homenajes a otros personajes del fantástico.

Abraham Setrakian, el cazavampiros no es otro que Abraham Van Helsing, el némesis de Drácula. De hecho, la descripción de este calza totalmente con la del actor que lo encarnaba en las películas de la Hammer, Peter Cushing. El Reinfield de Drácula – su sirviente – es ahora un millonario norteamericano llamado Eldritch Palmer, en una clara alusión al personaje de Palmer Eldritch de la novela de Phil Dick, una especie de vampiro psíquico que se adueña de las realidades de sus víctimas a través de una droga. Los vampiros de la novela parecen ser primos de los vampiros presentados por Brian Lumley en su novela NECROSCOPIO y sus subsecuentes secuelas, parásitos que invaden el cuerpo humano y se desarrollan en el interior para acabar controlando los cuerpos muertos muy al estilo de LOS AMOS DE TITERES de Robert Heinlein. Hay momentos incluso en que su desarrollo nos recuerda tremendamente a los “cruciformes” de la novela HYPERION de Dan Simmons. El vampiro jefe no es otro que el NOSFERATU. Si pensábamos que la idea de un vampiro en un campo de concentración era al menos, algo original, pues bien, tampoco es así. No recuerdo ahora el titulo del cuento o la novela, pero ya se había manejado antes esto mismo. Finalmente el resultado final es algo que se puede comparar fácilmente con cualquiera de las miles de películas de muertos vivientes al estilo de George Romero y donde se puede notar un olor, por supuesto, a esa obra maestra de la literatura fantástica llamada SOY LEYENDA de Richard Mathson.

Por su parte, los personajes del lado del “bien” resultan totalmente planos, carentes de personalidad, unidimensionales y fabricados para el papel que deben desarrollar en la película: el científico-investigador, la compañera el científico-investigador, su amigo que morirá, su pequeño hijo y un divorcio que lo mantiene bajo presión la manera más Hollywoodesca posible.

La historia carga también con una falta de originalidad que solo se puede esperar de las producciones del Sci Fi Channel (que por cierto, las veo todas) y están presentes las situaciones más prefabricadas posibles. Tenemos montón de ejemplos: el anciano que sabe lo que está pasando logra llegar con Eprhaim y en lugar de comentarle de manera tranquila y sosegada lo que sabe, llega hablando de pactos sagrados antiguos y de hombres que no son humanos, sino abominaciones. ¡Deben detenerlo! grita mientras los policías se lo llevan por loco.

Hogan o del Toro deben odiar a los niños, porque si hay alguien con los que se ensañan en esta novela es con ellos y otro ejemplo de la “lógica increíble del cine” se da aquí: Un hombre que perdió a su hija en la masacre del avión y que vio su cuerpo en la morgue la encuentra pálida y de pie al poco tiempo y en la misma puerta de su casa. La niña respira con dificultad y parece estar en estado catatónico, pero el hombre decide no llevarla al hospital porque decide que “ya jamás podrán arrebatársela de su lado”. El pequeño detalle de haberla visto muerta no lo afecta en absoluto y ahora su adolorida mente de padre amoroso no le permite ver que, hay algo raro en una niña muerta que llega a pie desde quien sabe donde hasta su domicilio.

Con dos de los sobrevivientes del avión pasa algo similar. Son metidos en el hospital pero deciden que se encuentran bien y que no quieren permanecer más tiempo en el hospital, por lo que gracias a acciones legales, son regresados rápidamente a sus casas. Sonaría lógico que nadie que haya viajado en un avión infestado de muertos donde se presume hay un virus de alta peligrosidad puede salir de ningún hospital bajo ninguna influencia legal de nada, pero perece que en el fabuloso mundo de Hollywood si es posible. Además, dudo que gente que haya pasado por esta experiencia quiera regresar a su casa con sus familiares y gente querida cuando sabe que puede portar un virus mortal que arrasó con todo el aeroplano donde viajaba.

En fin, NOCTURNA está plagada de lugares comunes por este estilo, clichés básicos de las series televisivas y una historia que realmente no ofrece nada nuevo ni original. Tal vez sea el soporte de esta novela lo que es verdaderamente interesante. En internet podemos encontrar su sitio oficial que promociona el libro como si de una película se tratara, cosa que siento muy atractiva. Incluso hay cortos de algunas escenas que van a ser del gusto del público lector, porque se nos muestra a los vampiros y a los personajes de la historia.

Casi me arriesgaría a decir que la trama fue preparada para cine o televisión y que Del Toro decidió acabar convirtiéndola en un libro por alguna oscura razón que puede ir desde su trivialidad como película de horror hasta la idea de un experimento multimedia que a mi punto de vista ofrece nuevas posibilidades al mercado editorial.

No creo que se convierta en un hito para los verdaderos fans del horror, pero como ya dije, si son capaces– como yo – de aguantar una película de bajo presupuesto del Sci Fi Channel, pues este es su libro…

NOCTURNA EN LA RED: http://www.thestraintrilogy.com/

NOCTURNA
Guillermo Del Toro y Chuck Hogan
Ed. Suma de Letras, México, 2009

sábado, agosto 15, 2009

LOS NIÑOS DE PAJA de Bernardo Esquinca

Dicen sobre la crítica de libros: Si no tienes nada bueno que decir, mejor no digas nada.

Ya he aplicado la máxima con algunos libros que quería comentar y LOS NIÑOS DE PAJA de Bernardo Esquinca hubiera caído en esa categoría de no ser porque tiene un elemento que me pareció muy original e interesante.

Pero vamos por el principio:

El libro es una recopilación de relatos de horror cuya particularidad es que casi parecen gritar el nombre del autor en que están inspirados. Cuando vemos la portada y observamos la figura de un maíz junto al título de LOS NIÑOS DE PAJA inmediatamente nos remontamos al famoso cuento de Stephen King, LOS NIÑOS DEL MAIZ (que por cierto, tampoco es muy original en su planteamiento que digamos). Esto llevó a una de mis referencias a catalogar sus relatos como “cuentos sthepenkignianos”, pero realmente no es así. Por supuesto, es el tema y no el estilo el que configura esta visión. Sin embargo cuando leemos todo el libro nos damos cuenta de que la mayor parte de sus relatos cargan más con una marcada influencia de Jimmy Ballard que de Stephen King. De hecho hay un cuento que hacer referencia directa al apellido de este autor.

En LA VIDA SECRETA DE LOS INSECTOS, un forense debe indagar por si mismo las causas de la muerte de su esposa. Los insectos que se han desarrollado en su cuerpo dan pistas de un secreto más profundo que no será revelado.

En LA SEÑORA BALLARD ES LA SEÑORA BALLARD visitamos junto con un detective duro - muy a lo cine negro, - un elegante hotel, tras la pista de lo que se supone es una infidelidad. Sin embargo un secreto de extrañas perversiones parece esconderse tras las puertas.

En MIENTRAS SIGAN VOLANDO LOS AVIONES, la industria aeronáutica le debe mucho a un anónimo tipo que sueña con accidentes fatales.

En EL CORAZON MARINO, un psicólogo es perseguido por intrusiones cada vez menos sutiles de un extraño poder en su vida y de su relación con un centro psiquiátrico.

PABELLON 27 es el cuento bastante predecible sobre una chica obsesionada por el fuego e y con un padecimiento que no le permite sentir.

ESPANTAPAJAROS, este también muy en deuda con King y Lovecraft, visitamos el rancho de unos primos donde el espantapájaros es la figura que recibe las dadivas de un grupo de niños.

En EL DIOS DE LA PICINA (el único cuento del libro que realmente me gustó) un grupo de parejas yuppies se aleja a la tranquilidad de unos bongalows frente a la playa. La fraternal reunión comienza a volverse poco a poco en una bomba de tiempo que acabará manifestándose en un sacrificio brutal. Es fácil adivinar en este relato la influencia de Ballard, en especial de su novela RASCACIELOS, incluido un bouquet muy sutil a los mitos lovecrafianos a los que ha referencia el magnífico titulo de El Dios de la Piscina

En EL AMOR NO TIENE CURA, un hombre intenta por medio de la superchería recuperar a su esposa, mientras extraños signos ocultos se manifiestan en el edificio de departamentos donde vive.

Finalmente LOS NIÑOS DE PAJA, una novela corta donde una guerra entre dos pueblos en las montañas, uno de gringos viejos y el otro de niños terminará en una masacre digna de película del SCI FI Channel (que por cierto, las veo todas)

Esquinca puede dejar extrañados a muchos con sus finales anti climáticos y fuera de lugar. Parecen no tener nada que ver con el desarrollo del cuento o finalmente no terminan explicando nada. En sí, los relatos no están bien escritos, les falla el ritmo y en el caso de Los Niños de Paja los tiempos son muy forzados. Sin embargo, lo verdaderamente genial de estos relatos es que el terror jamás es mostrado. El miedo no está en lo que Esquinca describe en el relato, sino en todo aquello que jamás menciona. Son precisamente en las preguntas y las especulaciones que el lector se hace después de leer el relato donde se encuentra ese elemento que invita a temblar: ¿Qué? ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Quién?

En la mayor parte de los relatos de Esquinca parece haber un poder o una fuerza sobrenatural que sutilmente va invadiendo algo más profundo que la vida de sus víctimas. Nunca lo describe, nunca lo menciona pero hace una referencia directa a él en el titulo de EL DIOS DE LA PISCINA (y que parece ser primo de EL-QUE-MARCHA-DETRÁS-DE-LAS-HILERAS). Un poder igual o tal vez el mismo parece manifestarse en EL CORAZON MARINO y EL ESPANTAPAJAROS. Tal vez por eso, la novela corta de Los Niños de Paja no es efectiva, porque es un referencial directo al cuento de King y eso demerita tremendamente la de por si poca fuerza que tiene el relato (la cosa que controla a los niños se hace llamar EL-QUE-NO-NOS-DESAMPARA-NI-DE-NOCHE-NI-DE-DIA). Vamos, es una novela corta sumamente amateur.

Me gustó la formula que desarrolla Esquinca en sus cuentos, pero a los lectores menos avezados, los relatos les parecerán faltos de lógica, absurdos o con finales inentendibles. Y, bueno, siendo sincero, es que no son muy buenos. Su idea potencial es más fuerte que el relato mismo.

Pero no importa. Los autores van aprendiendo y se van superando. Seguro llegará en el futuro material mucho mejor. Si hay algo que tiene este libro es que bajo cierta óptica, promete.

LOS NIÑOS DE PAJA
por Bernardo Esquinca
Ed. Almadía, México 2008

jueves, agosto 06, 2009

UN MUNDO NOS VACILA: OVNIS de Laura Castellanos

El tema de los OVNIS siempre ha sido controversial y me sorprende en mi propia experiencia como ha ido ganando adeptos y creyentes con el transcurso del tiempo. Digo en mi propia experiencia porque en mi etapa de adolecente (incluso de niño) leí mucho sobre el tema. Durante mucho tiempo, los lectores de este tipo de información fuimos tachados de loquitos o sobre-imaginativos, y ahora, que mi visión sobre el caso está muchísimo más depurado y bastante más escéptica, los que se reían de ello han hecho suyo el lema de que “es arrogante pensar que en este universo solo existamos nosotros”.

Conozco casos de gente no dada a bromear que ha tenido encuentros que a cualquier investigador le parecerían sorprendentes, pero precisamente para no pasar por locos, los callan. Incluso a mi familia y a mí nos ocurrió un sobrecogedor caso en la carretera Parral – Durango, cuando una gran esfera de luz anaranjada con el centro amarillo nos siguió de lado a nuestra misma velocidad y a cercana distancia. Lástima, mi papá no quiso detenerse a tomarle una foto. Ahora, después de tener acceso a más información y otras lecturas me doy cuenta que lo más probable es que hayamos sido testigos de un hecho físico igual de raro que ver un “objeto extraterrestre”: vimos un plasma electromagnético, una especie de burbuja eléctrica de los cuales hay incluso registros medievales.

Por ahora, he visto un descenso notorio en los contactos y las observaciones ovni. No ocurren las oleadas de antes y no hay un testigo cada quince minutos, pero igual, así aparece en el mercado el nuevo libro de la periodista Laura Castellanos: OVNIS: Historia y pasiones de los avistamientos en México (Grijalbo, 2009).

Laura Castellanos no es una periodista ligada al fenómeno ovni. Su interés surgió de un perfil que la revista Gatopardo le encargó sobre el “investigador ovni” Jaime Maussan. Después de ello y de darse cuenta como el fenómeno permeaba en la sociedad provocando idea y pasiones, decidió hacer este librito que retrata el panorama mexicano del fenómeno, sus protagonistas y la influencia social de estos mitos.

De esta manera damos un rápido tour por la historia de la ovnilogia en México pero sin caer en el aburrido “cronolinealismo” descriptivo. Cada capítulo nos cuenta un aspecto del fenómeno en nuestro país.

En Un mundo nos vigila, tenemos el resumen de la historia ovni en México, las ideas y teorías de las visitas extraterrestres a nuestro país que van desde el pasado más remoto hasta el presente actual y la entrevista a quien es tal vez el personaje más importante del fenómeno en el territorio nacional: Pedro Ferriz, el famoso periodista y conductor del programa Un mundo nos vigila.

En Entre ovnipensadores y E.T.latras, recorremos el espectro de creyentes y escépticos del fenómeno, conocemos sus posturas (muchas veces rabiosas) y nos enteramos de sus enemistades. Aquí entrevista al famoso escéptico (al que Gilberto Quintero y yo tuvimos el agrado de conocer en un Samborns de la ciudad de México donde permanecimos platicando toda la madrugada) Héctor Chavarría, quien fue uno de los conductores de la revista Contactos Extraterrestres, aquí en México y si no me equivoco, también fue editor de Editorial Posada. Aparte es escritor de ciencia ficción.

En Es un complot, una entrevista a Rubén Uriarte, escritor e investigador del fenómeno, nos enteramos de los Roswells mexicanos y la historia de dos naves que supuestamente cayeron en nuestro territorio y se toca el tema de las posibles causas de la presencia extraterrestre en el planeta.

En Ovnis y aviación expone experiencias de los encuentros de aviones mexicanos con objetos misteriosos y habla al respecto con el experimentado controlador de tráfico aéreo, Enrique Kolbeck, quien tiene interesantes datos que aportar.

En Casos Sonados, el protagonista es Jaime Maussan donde conoceremos su negocio mediático desde adentro, sus ideas y (a mi punto de ver) sus gastados pretextos para no declararse ante todo mundo como el farsante que es (al igual que otros tipos como el supuesto “investigador” Daniel Muñoz quien sostiene que ha realizado todas sus “investigaciones” y que para probarlo tiene los boletos de avión).

En Los marcianos llegaron ya, entrevista a Ana Luisa Cid, ufóloga mexicana y se desprende un poco de nuestro país para hablar de las repercusiones del fenómeno ovni en la ONU y el Vaticano.

OVNIS: Historia y pasiones de los avistamientos en México, es un libro corto pero bien fundamentado, muy interesante, entretenido e informativo para todos aquellos que querían conocer el desarrollo de lo que fue, es y representa la ovnilogia en territorio nacional.

Una entrevista a la autora en La Jornada:
http://www.jornada.unam.mx/2009/08/05/index.php?section=cultura&article=a04n1cul

lunes, julio 13, 2009

LOS ESCRITORES INVISIBLES de Bernardo Esquinca

Acabo de leerme LOS ESCRITORES INVISIBLES de Bernardo Esquinca y la verdad es que lo disfruté bastante.

Que está lleno de clichés: Si. Que refuerza la mitología del escritor romántico que vive al día: También. Que el tema es un pretexto para unir dos relatos que nada tienen que ver y que el final es una vacilada para salir del paso: exacto. Pero… ¿Y qué? Si el libro te mantiene interesado, si lo puedes leer con fluidez sin tener que andarte atragantando frasecitas que buscan regodearse en el impacto poético de una metáfora (bueno, que también tiene la novela, eso sí), y si acabaste con un buen sabor de boca, entonces la novela cumplió su cometido.

Pero no nos adelantemos.

La trama va de un joven escritor entrando a la treintena (Javier Puente) que jamás ha logrado publicar nada. La buena suerte le viene al paso cuando un misterioso editor que viaja en limusina y su sexy-correctora de compañía le prometen publicarlo siempre y cuando encuentre a Roberto Rojas, un escritor que él conocía y que ha desaparecido. No hay información de su paradero ni pista alguna sobre él o su trabajo, un misterioso libro que buscan desesperadamente dos editoriales muy poderosas. En una segunda parte del libro, el escritor se encuentra en medio de un grupo literario de mujeres, amas de casa, cuyo hobbie es escribir literatura erótica morbosamente extraña.

Esos son los planteamientos, pero si ustedes son de aquellos lectores que buscan un desarrollo estricto de novela policial pues… este no es su libro. Me siento tentado a confesar que al principio catalogue está novela con la lapidaria frase: “En la línea de EL MIEDO A LOS ANIMALES” la novela estilo policial escrita por Enrique Cerna que dé policial solo tiene el estilo porque el final es ramplón y cutre, pero la verdad es que la historia de Esquinca tampoco va por los derroteros de la crítica mordaz hacia el mundo de las editoriales literarias.

Su objetivo no es señalar a nadie, ni quejarse de la hipocresía del mundo literario y sus capillas. Simplemente es el ambiente en se desarrolla la historia, un ambiente de libros, como a él le gustan. Tal vez, su crítica vaya más hacia la figura romántica del escritor “looser” que vive en una pocilga y cuya genialidad ha sido injustamente ahogada por el comercialismo detractor de las editoriales. O no sé – no lo conozco – también tenga un poco de auto-critica.

Al parecer, tal vez mi reseña casi les grita que la obra de Esquinca tiene más carencias que virtudes: No es esto, ni lo otro, ni es mordaz, ni le interesa la ruptura de bla-bla-bla. Y la verdad es algo que le agradezco al autor. Es una historia que escribió, que si te gusta: bien y si no: también. No busca sorprender a nadie con su sabiduría sobre el mundo de las editoriales, y aunque en la segunda parte intente – tal vez – impresionarnos un poco con sus extrañas tramas eróticas para libros que no existirán afuera de este, la verdad es que más que impresionarme, me picó más a su lectura.

Por ahí leí que Rodrigo Fresán había dicho del autor que poseía una imaginación sin duda mucho más ardiente que la de Ballard. Ojala y Esquinca no se lo crea, porque los escritores que se creen estas lisonjeras críticas (aunque vengan del corazón) después comienza a salir con montón de estupideces, cada vez superiores, en espera de cumplir con la profecía.

A final de cuentas hay cosas que no me agradaron en la novela y realmente no sé si deba señalar a Esquinca o a su personaje por ello. Por lo general, los lectores pensamos que los personajes principales de la novela son una especie de alter ego de sus autores y que lo que ellos opinan, no es más que un reflejo de lo que el autor piensa. A lo mejor, en la mayoría de los casos es así. A lo mejor en esta novela no, pero mientras son peras o son manzanas encuentro por ahí el típico bluf de los escritorzuelos que sienten que solo sus gustos merecen ser parte del paraíso.

Bukowski, Ballard, Palahniuk, y otros apellidos raros son mencionados como los poseedores de la verdad exquisita de las letras, y eso es algo que no soporto. Tampoco me gusta que evite al máximo decir que Ballard escribía ciencia-ficción, como si eso fuera un pecado. Además la declaración final de que “la conspiración del mundo editorial es contra todos los libros buenos, porque los libros buenos de verdad no venden” es contradictoria. Ballard vende mucho y Bukowski no se diga. Palahniuk se convirtió en Best Seller y Bret Easton Ellis también. Así que si tomáramos en serio está iluminada conclusión nos daríamos cuenta de que estos escritores tan celebrados por nuestros literatos son realmente una basura.

Finalmente me gustaría terminar señalando algo que tal vez no le gustaría mucho al autor pero que por dentro acabaría causándole la más grata de las sensaciones. Yo pienso que su novela es bastante comercial. Creo que no se detendrá en los 2000 ejemplares que marca su tiraje sino que se venderá más. Y sé que muchos de sus lectores serán escritores porque como ocurre con Harry Potter y los preadolescentes, muchos escritores no podrán evitar el atractivo de verse reflejados en la situación del personaje principal. A esos escritores yo les digo: no entren buscando un estudio a conciencia sobre el infierno interior de “aquellos que escriben”. Es un cuento grato y desinhibido, no un tratado psicológico sobre el escritor y el mundo de las editoriales… es una novelita para lo que deben ser escritas todas las novelas: para ser leída y disfrutada.

Párale de contar.

LOS ESCRITORES INVISIBLES
de Bernardo Esquinca
Col. Letras Mexicanas, Fondo de Cultura Económica, México, 2009

domingo, julio 12, 2009

EL PENTAGONO SE REARMA EN HOLLYWOOD

A primera vista, se parece a cualquier otro filme desechable de verano, esta vez sobre una guerra de robots en el espacio. Pero Transformers: The Revenge of the Fallen tal vez sea la película más militarizada de todos los tiempos.

Aún más que su predecesora, la cinta Transformers: The Revenge of the Fallen (La venganza de los caídos), de reciente estreno en México, está atiborrada de una cantidad agotadora de equipo militar pesado. Además de que muchos de los personajes del filme son militares, se utilizaron soldados estadunidenses reales como extras, y grandes segmentos del filme fueron hechos en bases de Estados Unidos.

En general, se asumía que las películas de Transformers eran publicidades de juguetes disfrazadas de películas; pero dada la fuerza de Revenge of the Fallen, surge una nueva pregunta con connotaciones mucho más siniestras en un filme dirigido a los niños: ¿están realmente promoviendo el poderío del ejército estadunidense?

Por reputación, Hollywood es una ciudad de liberales. Los militares rara vez se ven bien en las películas; generalmente son caracterizados como padres que imponen disciplina, matones agresivos, autoritarios inflexibles o, en el caso de American Beauty, nazis gay en secreto que se odian a sí mismos. Pero hay un contingente de cineastas que parecen llevarse muy bien con las tropas, y los principales entre ellos son Michael Bay y el productor Jerry Buckheimer. Bay no sólo dirigió las dos películas de Transformers, sino también otros filmes de guerra exitosos como Pearl Harbor y Armageddon, ambos realizados con gran cooperación militar. Incluso Pearl Harbor tuvo su estreno en un portaaviones del Pentágono.

Ambas películas fueron producidas por Bruckheimer, quien también ha sido el productor de filmes con temas militares como Crimson Tide, Black Hawk Down y Top Gun.

No es difícil ver qué obtienen de esto ambas partes. El uso de equipo militar pesado oficial le da a películas como Revenge of the Fallen un ángulo muy necesario de credibilidad: sin los militares, es sólo un filme sobre robots combatiendo. Y de paso le ahorró a los cineastas millones de dólares en utilería, locaciones y efectos especiales. Mientras tanto, los militares muestran sus equipos más recientes a millones de personas y describen a su personal bajo la mejor luz posible.

Sin embargo, Bay y Bruckheimer no son los únicos cineastas inclinados por lo militar. La primera película ganadora de un Oscar, Wings, de 1927, fue un filme sobre la Primera Guerra Mundial hecha con el apoyo de la fuerza aérea norteamericana. Desde entonces han trabajado juntos al punto que cada rama de las fuerzas armadas cuenta ya con su propio departamento de asuntos públicos en Los Ángeles.

“No hay costos adicionales para el gobierno”, dice Philip Strub, director de medios de entretenimiento en el Departamento de Defensa de EU, quien ha trabajado con Bay desde Armageddon. “Así que si filman operaciones típicas de vuelo en un portaaviones, no cobraríamos nada. Pero si quieren controlar el avión, entonces cobraríamos exactamente lo que le cuesta al escuadrón”. Estos costos varían: de mil dólares por hora un tanque, a más de 25 mil dólares por un avión de combate F-15.

No obstante, todo esto es controlado bajo los términos de las fuerzas armadas. El libreto debe ser entregado para su aprobación, un consultor militar estará presente durante la filmación, y el producto terminado debe ser proyectado a los jefes del Pentágono antes de su estreno. Y si a las fuerzas armadas no les agrada la manera en la que son mostradas en el libreto, no prestarán su ayuda hasta que se hagan los cambios que recomiende. “Nuestro deseo es que los militares sean mostrados como personas buenas intentando hacer lo correcto de la manera correcta”, afirma Strub. “Probablemente ese es nuestro principal imperativo. Queremos que el equipo sea operado y que los soldados actúen entre sí y con los demás como lo harían en la vida real”.
Los niños: objetivo del Pentágono

En su libro de 2004, Operation Hollywood, David Robb presenta una imagen más oscura. Robb documenta las discusiones entre ambas partes en muchos filmes desde la Segunda Guerra Mundial. Es una muestra sorprendente del entretenimiento moldeado por el Pentágono. A veces los cambios son irrisorios. En la película de James Bond, Golden Eye, el Pentágono exigió que se cambiase la nacionalidad de un almirante de EU incompetente si los productores querían helicópteros estadunidenses para el final. Se convirtió en canadiense.

En ocasiones, los cambios son más siniestros. En el drama de la crisis de los misiles cubanos Thirteen Days, el Pentágono objetó la manera en que se mostraba que los generales habían estado a favor de invadir Cuba en esa época, aun cuando los hechos estaban basados en cintas de discusiones dentro de la Casa Blanca. Los militares dijeron que la descripción de los generales era “negativa” y “falsa”. Buscaron alterar las escenas, pero el productor y estrella Kevin Costner se negó, y continuó la filmación sin el apoyo militar.

Al recibir la ayuda militar, dice Robb, la visión del artista es inevitablemente corrompida.
Pero a pesar de los costos extras y las dificultades, muchas de las mejores películas de guerra de Hollywood se han realizado sin el apoyo de las fuerzas armadas: Apocalypse Now, Platoon, MASH, Catch-22, Dr Strangelove. Y cuando se trata de los filmes recientes antiIrak/Bush, sabiendo muy bien cómo operan los militares estadunidenses, los cineastas ni siquiera se molestaron en pedir su apoyo.

Pero los cineastas con un enfoque más comercial han aprendido cómo obtener los beneficios sin enojar a los altos mandos, a través de un proceso que se podría describir como de autocensura. Transformers es el ejemplo perfecto. Primero, no es una película de guerra, sino de ciencia ficción. Su historia fantástica, apolítica, no toca temas de historia o competencia militar.

Segundo, y más preocupante, Transformers está dirigida a los niños. Su público objetivo podría muy bien llegar a asociar a los militares y la guerra sólo con la acción excitante, la tecnología de punta, el deber civil y el heroísmo —y tal vez un día se enlisten.

En la actualidad, a los militares no les gusta hablar sobre el valor de reclutamiento de los filmes, pero está claro que son conscientes del efecto Top Gun. Parece imposible de imaginar ahora, pero en 1986 ver a Tom Cruise, a Val Kilmer y demás vistiendo uniformes blancos y lentes de aviador, de pie ante aviones de combate, envió a muchos hombres jóvenes de EU derecho a la oficina de reclutamiento más cercana. De hecho no tuvieron que ir muy lejos, ya que la Marina instaló casetas especiales de reclutamiento en los cines. Aunque esa estrategia difícilmente funcionaría hoy.

Desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra Nueva York y Washington, el apetito del público por el entretenimiento patriótico podría no haber disminuido, pero las tasas de reclutamiento son bajas. Y los eventos de la vida real, tales como la cárcel iraquí de Abu Ghraib, los centenares de muertos civiles por el “fuego amigo”, las atrocidades cometidas por los soldados estadunidenses en Irak y Afganistán —para no mencionar a amigos y familiares muertos o mutilados en los conflictos actuales de EU— son disuasivos fuertes.

Por ello, las películas de ciencia ficción dirigidas a audiencias más jóvenes parecen ser una dirección nueva para el reclutamiento militar.

En los últimos años, el Pentágono ha ayudado con War of the Worlds, de Stephen Spielberg, The Day the Earth Stood Still e Iron Man. Próximamente se estrenarán Iron Man 2 y GI Joe (otro juguete que se convierte en película).

¿Cree usted que todo esto sea casualidad y que no hay de qué preocuparse? Bueno, tenga presente que Transformers rompió los récords de taquilla.

© The Guardian Traducción: Franco Cubello para Milenio Diario

sábado, julio 04, 2009

AUSTRALOVENATOR: El nuevo supercazador

AP
El Universal
Viernes 03 de julio de 2009
09:32

Los científicos confirmaron por primera vez que Australia fue habitada por un tipo de dinosaurio de gran dimensión, veloz y aterrador, a quien le han puesto un nombre tomado de una película de Arnold Schwarzenegger: Australovenator.

La bestia carnívora de unos 500 kilogramos de peso ( mil 100 libras) y armada de tres garras tan afiladas como cuchillas en cada extremidad delantera, vivió en el área hace 98 millones de años, dijeron los investigadores en un reporte publicado el viernes.

Los restos fosilizados de huesos de extremidades, costillas, una mandíbula y colmillos fueron hallados, juntos con los huesos de otras dos nuevas especies de gigantescos herbívoros de cuello alargado que pesaban unas 20 toneladas métricas (22 toneladas) en el estado de Queensland, en los últimos tres años.

El descubrimiento, que fue analizado en un informe de 51 páginas publicado en la revista de ciencias PLoS ONE en el internet, es el primer hallazgo de dinosaurios de gran tamaño en Australia, de que se tenga conocimiento en 28 años.

Los paleontólogos han señalado a Australia como el nuevo centro de la paleontología de vertebrados y constituye una nueva fuente mundial de recursos para conocer más sobre la era de los dinosaurios. En gran parte se debe a que la topografía llana del terreno que le ha dado estabilidad geológica. El desplazamiento de las placas tectónicas en otros continentes ha permitido que las capas terrestres que contenían fósiles hace decenas de millones de años queden expuestas en la superficie haciendo posible su hallazgo.

En el más reciente hallazgo en Queensland, los paleontólogos excavaron el terreno a una profundidad de un metro a fin de dejar al descubierto la tierra arcillosa que contenía los fósiles.
Los expertos que descubrieron al dinosaurio carnívoro de 5 metros de altura (16 pies) le llamaron Australovenator wintonensis ''Banjo'' en nombre del poeta A.B. ''Banjo'' Paterson compositor de la canción popular australiana ''Waltzing Matilda'', considerada el himno nacional no oficial.
El rancho de ovejas de Paterson quedaba cerca de Winton, un pueblo ganadero vecino al centro donde fueron hallados los restos de dinosaurios.

El significado del nombre en latín es ''cazador sureño de Winton''.

El paleontólogo Scott Hocknull del Museo de Queensland, que dirigió la investigación, dijo en su informe que ''Banjo era el mayor depredador de su época, ágil y ligero''.

lunes, junio 29, 2009

PARA EL CUERVO LOPEZ

La vida no es comprada y eso se siente más cuando muere gente de forma sorpresiva. A no más de un mes de la muerte de Rigo Mora, uno de mis amigos animadores de Guadalajara, se suma ahora la muerte de El Cuervo Lopez, tipazo excelente, creador de uno de los blogs más importantes de la red y buen conversador. Casi siempre nos topabamos en la red y platicabamos un buen rato. Yo lo insultaba porque era Argentino y el me despreciaba porque soy Mexicano y mientras tanto la pasabamos muy bien en el trayecto. Un día nomas no aparecio por la red. Algo ya me habia dicho de que estaba un poco cansado de todo esto y queria quedarse afuera un rato, así que cuando no lo volví a ver no pasó por mi cabeza lo que a Gabriel (también era mi tocayo) le estaba ocurriendo en esos momentos. Un aneurisma lo mantuvo en coma por tres meses en el hospital. Dicen que solo movia un ojo y un pie, pero que realmente no saben si estuvo conciente.

Si hay algo que Gabriel adoraba es a su mamá. Yo hasta hoy no me enteré de que ella también esta en una condición mental delicada. Si estuvo conciente, creo que debió haber estado muy preocupado por ella. Se lo que se siente. La unica diferencia es que yo podia moverme y el no. Yo si podia visitar a mi mamá en el hospital.

No es agradable y me siento mal porque me imagino el apuro del Cuervo.
Pero bueno, nadie tiene la vida comprada. Eso es la verdad.

www.elcuervolopez.blogspot.com

martes, junio 16, 2009

¡FUTURO A LA MEXICANA!

Hace muchos años leí de Armando Ramírez, “El Regreso de Chín – Chin el Teporocho en: La Venganza de los Jinetes Justicieros” (Ed. Grijalbo, México, 1979), una novela que parodia los melodramas mexicanos que van desde la radionovela hasta el cine, pasando por las historietas al estilo de Sensacional de Amor y Lagrimas y Risas, de donde toma y reproduce la muy particular forma de narrar la historia, salpicada de palabras domingueras que quieren sonar “literarias”, habla popular y gramática afectada. La novela me pareció más que excelente y eso me llevó a buscar la novela original de “Chin-Chin el Teporocho”. La verdad es que no me gustó y eso fue el fin de mi búsqueda de más novelas de Armando Ramírez.

El fin de semana pasado, sin embargo, me atreví a comprar otra novela de él, titulada “Y cuando despertaron… el PRInosurio seguía ahí” (Ed. Grijalbo, México, 2009). La verdad no entiendo que me llevó a comprarla, pero al comenzar a leerla, le agarre el gusto.

Siendo sinceros, estamos ante un producto del momento, una novelita divertida (y bastante) cuyo objetivo es satirizar la ya de por si satírica política nacional. Haciendo uso del cambio de nombres y de su excelente capacidad narrativa que muchas veces reconstruye el habla de los políticos para parodiarlos, Armando Ramirez nos lleva a dar un paseo por los últimos sucesos de la polaca mexicana, llena de hipocresía, trampas y mentiras en un ambiente que, de no ser totalmente cierto, parecería surrealista.

Ramírez no ficciona en esta novela porque no lo necesita. Ese aspecto es, tal vez, lo que hace que este libro tenga una fecha de caducidad muy notoria. Lo que vamos a leer, es todo lo que leímos en las noticias, ni más ni menos, pero novelado, explicado y con mucho humor. La novela incluye a un grupo de “Alienitas”, extraterrestres del espacio exterior que descubren que dentro del mexicano mora un gen que nos hace propensos a la PRIdinozaurización, al estilo de vida rapaz y carroñera que se refleja tan bien en la familia política mexicana. Eso sí, aquí la sátira va dirigida a todos, no hay dedicatorias a favor de ningún partido y es de las pocas novelas que se atreve a decirle todas sus verdades a los mexican… perdón, a los Tanpendécuarenses (la acción transcurre en la República de Tanpendecuaro, por cierto).

Es una obra satírica, claro, pero hay oportunidad de reflexión en esta novela. Reflexión que no nos lleva a juzgar al grupo político, ellos ya están juzgados de antemano, sino que nos lleva a juzgarnos a nosotros mismos. ¿Cuántos de nosotros nos hacemos Tanpendecuarences para no ver lo que pasa? ¿Por qué lo permitimos? ¿Es un gen o es que somos unos dejados? Ni el mismo autor queda libre de crítica…

Por otro lado, en una línea similar al libro de Armando, la escritora Eve Gil presenta otra sátira política basada en nuestro momento (de hecho, el libro es anterior al de los PRInosaurios): “Virtus, el espectáculo más grande del mundo” (Ed. Jus, México, 2008).

Por su portada, tal parecería que estamos a punto de leer una historia de ciencia ficción – y siendo justos, en parte lo es – pero el género sirve en esta novela más de forma que de fondo. Es básicamente un pretexto, para al igual que Ramírez, darnos un tour por los sucesos actuales de nuestra política nacional, pero disfrazada en clave de futurismo.

Al igual que el libro de Armando, tampoco tiene mucho que ofrecer, al menos si se es lector de ciencia ficción. Muy al estilo de las CRONICAS PARALELAS, una columna de Ricardo Guzmán Wolffer en la Revista Asimov, donde transformaba noticias actuales en “parodias futuristas”, la obra de Eve se desarrolla en un México del futuro, dominado por la ultra-derecha (gracias a un fraude electoral) y los medios de comunicación, pagados por “el partido Celeste”. Ambos mantienen al país en un estado de realidad virtual donde todo parece bonito y pujante, pero la realidad es otra cosa. La obra de Eve Gil destila rencor y amargura – y motivos no le faltan, pues - pero al contrario de Ramírez al menos si hay una historia principal que seguir que no resulta un mero translado de las noticias al papel. Por desgracia también hay una dedicatoria totalmente partidista que nos habla directamente de a quien apoyaba la escritora, porque nos encontramos en una trama totalmente polarizada donde el partido “Celeste” es el malo, mientras que los del partido “Albaricoque” son los buenos, o al menos, así se siente.

La historia poco a poco se convierte en una farsa (no al lector, sino como género) que toma elementos de la ciencia ficción para trasladar situaciones del presente y que realmente no alcanza el suficiente sentido del humor como para transformar a Virtus en algo más que un retrato resentido sobre una cuestión política que no llevó al poder al grupo que lo esperaba con ansia.

No solo hay una crítica política, también hay una crítica social que se dedica a ridiculizar a ciertas clases sociales, mientras otras son las víctimas inocentes del control y del poder. Todo este aspecto hace que el trasfondo de ciencia ficción no pueda sostenerse como tal, reduciéndolo a un mero escenario. No está mal, porque es notorio que el afán de la novela no es ser de ciencia ficción, y como ella misma dice al final de su libro: “es solo un pretexto, una licencia que me tomo y una etiqueta para describir en pocas palabras la inefable esencia de una novela que disfraza de ironía, el dolor y la indignación en que tiene su origen. Se trata en realidad de una metáfora fantástica de o que actualmente acontece en un país específico – México – y que necesitaba narrar, criticar, justificar, entender y explicar sin escribir otro-libro-más-de-Política”

Un artículo y entrevista con Eve Gil: http://sdpnoticias.com/sdp/contenido/2008/07/29/939930/cuestiona-dictadura-que-ejerce-televisi%C3%B3n-mexicana-eve-gil-presentar%C3%A1-ma


viernes, mayo 22, 2009

SUEÑOS EXTINTOS: OJOS DE LAGARTO de Bernardo Fernandez BEF

Si hay alguien que tiene ya presencia en la novela juvenil mexicana, ese es BEF (Bernardo Fernández). En menos de un año ha publicado ya tres libros (uno deellos fue publicado previamente en España) y seguro que va por más. Esta vez meha tocado leer OJOS DE LAGARTO, una historia con un trasfondo muy original: el mundo de la criptozoologia, en especial de la que señala a la posibilidad de laexistencia en nuestros tiempos de esas criaturas extintas que conocemos como dinosaurios. A BEF le fascinan estas bestias y no es ningún secreto que de este gusto nace esta novela juvenil que mirándolo con detenimiento, es realmente ciencia ficción.

Saltando entre épocas que van desde 1869 hasta 1923, la trama se mueve por el mundo de los cazadores de animales exóticos, los circos Barnum y el extraño mundo subterráneo de la Chinesca, una verdadera ciudad de túneles construida por los chinos bajo la ciudad de Mexicali y que extiende sus tentáculos hasta un poco más allá de la frontera con los Estados Unidos y cuya función principal estiva en el trafico ilegal de todo tipo de mercancías.

Siendo realistas, la novela es un cuento alargado (la historia principal seestablece realmente un poco más delante de la mitad del libro), pero todos los relatos anteriores tienen como misión establecer una atmósfera situacional que lleve al lector, paso a paso, al descubrimiento de una especie de animal misterioso cuya sorprendente existencia unirá la vida de un jefe de mafia china, un cazador de animales exóticos para exhibición y un veterinario encubierto, transformado en merolico de plaza y su joven acompañante en un punto que puede resultar trágico para ellos y decenas de gentes más.

Tal vez para algunos, ciertos aspectos de la historia se tornen verdaderamente repetitivos, casi un pretexto para tener algo que contar (por la cuestión que mencionaba más arriba) pero vale la pena continuar el relato y no dejarlo hasta su final.

Ojos de Lagarto es pues, una novela parte realidad, parte ficción que logra trasmitirnos esa sensación de misterio que otorga la posibilidad de la existencia de animales extraordinarios ocultos en los recovecos de un planeta que, poco a poco, va arrebatando espacio a la maravilla.

sábado, mayo 09, 2009

NAUFRAGIO ESTELAR: LA ISLA INHABITADA de Fyodor Bondarchuk

Hace algún tiempo escribí un artículo sobre cine de ciencia ficción hecho en Rusia y en la investigación pude constatar que había una interesante producción del mismo. No había grandes superproducciones pero si muy buen material con interesantes historias. Varias de esas películas rusas de ciencia ficción son bastante conocidas por los fans: Solaris (Andrei Tarkovski, 1972), Stalker (Andrei Tarkovski, 1979), Cartas de un hombre muerto (Konstantin Lopushansky, 1986) y una coproducción alemana llamada Que difícil es ser Dios ( Es ist nicht leicht ein Gott zu sein, Peter Fleischmann, 1990, editada en México en formato de video como Poder Inmortal).

De todas las mencionadas, las últimas tres son adaptaciones de las historias de los hermanos Arkadi y Boris Strugatski, famosísimos escritores de ciencia ficción cuya obra parece ser del agrado de muchos cineastas, pues varios de sus trabajos han sido llevados a la pantalla grande.
LA ISLA INHABITADA (Obitaemyy Ostrov, 2008) la segunda película de Fyodor Bondarchuk (hijo, nada menos, que del afamado director ruso Sergey Bondarchuk, y hermano de la excelentisima y guapa actriz Natalya Bondarchuk, la protagonista de Solaris) es también una adaptación de otro relato de los Strugatsky, solo que esta vez con uno de los presupuestos más grandes en la historia del cine ruso. No conozco que esta novela de los hermanos Strugatsky (que se editó originalmente en 1971) se haya publicado en español, pero si en inglés, bajo el titulo de Prisioners of Power .

Siendo sinceros, no he podido leer la novela, pero cuando leí su trama en Wikipedia, pude constatar que la película está bastante apegada a la historia. De hecho, Boris Strugatski, el único de los hermanos que queda vivo, tuvo de la película una muy buena impresión, y no tuvo empacho en señalar que le había gustado y que no. El protagonista principal, Maxim Kammerer, interpretado por Vasilty Stepanov, según Boris Strugatski, era tal cual él y su hermano lo habían imaginado en la novela.

Esta historia es parte de una larga serie de novelas interconectadas bajo lo que se conoce como el Noon Universe y no es extraño ver como ciertas temáticas resultan recurrentes en sus tramas. La película de LA ISLA INHABITADA logra de excelente manera, reflejar esta inquietud de los Strugatsky por ciertos argumentos: mundos humanos dominados por un gobierno oscurantista y totalitario que impiden a su población el acceso a la educación y la información por medio de sistemas de terror (vaya, lo mismo que ocurría en la Unión Soviética… no entiendo como no los encarcelaron). Maxim Kammerer es un joven de un futuro lejano (del año 2157, para ser exactos) que por un accidente se encuentra varado en un planeta perdido, habitado por humanos, pero desconocido para la liga interestelar de planetas que – por tal razón – no han podido extender sus ventajas tecnológicas, medicas y culturales hasta ese lugar. Para Maxim, quien no conoce otro mundo que la utopía de bienestar y seguridad en la que siempre ha vivido, este accidente representa una verdadera aventura y ve con ojos de curiosidad y emoción todo lo que lo rodea.

Poco a poco se irá dando cuenta que se encuentra en un planeta dividido y en guerra (concepto prácticamente abolido en la liga de mundos a la que pertenece), sobreviviente de otras batallas aún más cruentas donde la energía atómica tomó un rol central, dejando como recuerdos eriales gigantescos repletos de radiación, mutaciones, enfermedades y un rompimiento brutal del equilibrio ecológico.

De igual manera, Max intenta adaptarse pero no puede ver con buenos ojos las brutalidades militares de que son objetos los “dengenerados”, seres humanos perseguidos por el gobierno, que son señalados como agentes de violencia, terrorismo e infección y que pueden ser identificados por sorpresivos ataques epilépticos que los dejan prácticamente fuera de combate por unos instantes. El gobierno, manejado por un grupo de hombres llamados “Los Padres Desconocidos” son idolatrados por sus gobernados pues los consideran salvadores de la civilización y héroes en la guerra contra los enemigos del sur. Pero la verdad es terriblemente diferente.

Max se verá entonces en medio de una batalla por la libertad de la civilización y donde usará todos sus recursos mentales y físicos (que son sorprendentes) para descubrir la mascarada de que son presas todos los humanos del planeta Saraksh.

La sublime fotografía, la magnífica dirección de escena y unos efectos especiales de primer nivel (que son buenos porque no estorban a la película ni la dominan) hacen a LA ISLA INHABITADA una de las mejores películas de ciencia ficción rusa que se puedan encontrar. Los diseños conceptuales de la ciudad, el vestuario, los interiores, las armas y básicamente cualquier otro aspecto de la película son realmente sorprendentes y funcionan bastante bien porque guardan una coherencia lógica con todo el film y considero que se convertirán en material de análisis para otros filmes sobre el futuro que busquen no convertirse en clones de Blade Runner.

LA ISLA INHABITADA puede que se convierta en centro de críticas bastante opuestas. Es muy probable que muchos la odien y otros tantos la amen, pero no va a pasar desapercibida por los verdaderos fans. De hecho, es importante señalar que en realidad, son dos películas las que se han rodado y que juntas conformaran la obra completa. La segunda parte, LA ISLA INHABITADA: SARAKSH, acaba de estrenarse en abril y yo ya la estoy esperando con emoción. Veremos si le llega al nivel de la primera.

Una nota final: Para aquellos que alguna vez hayan visto QUE DIFICIL ES SER DIOS (conocida en video en México como PODER INMORTAL), verán que prácticamente el tema es el mismo con algunas variaciones. Y si no la han visto, pues… deben verla.

LA ISLA INHABITADA / THE INHABITED ISLAND / OBITAEMYY OSTROV
Dir. Fyodor Bondarchuk / Año: 2008
Página Oficial de la película: http://www.oostrov.ru/
Wikipedia sobre la novela: http://en.wikipedia.org/wiki/Prisoners_of_Power

Por el momento ya pueden ustedes ver los cortos de ambas a continuación:
La Isla Inhabitada
La Isla Inhabitada: Saraksh

martes, mayo 05, 2009

VECINOS ROJOS: Mars Attacks, las tarjetas

En 1962, una empresa productora de chicles en los Estados Unidos sacó a la venta una serie de paquetes que incluían, por supuesto, una barra delgada de chicle y un grupo de tarjetas coleccionables sobre un tema en especial: una cruenta y sangrienta invasión marciana al planeta Tierra. Esta serie de tarjetas, reunidas bajo el nombre de Mars Attacks! se convertiría en una colección de culto.

La empresa “Bubbles, Inc” también conocida bajo su nombre de marca “Tops” decidió sacar al mercado esta colección en 1962. Estas cartas fueron una idea de Len Brown y de Woody Gelman, siguiendo un modelo comercial conocido como “Tradin Cards”, o sea, tarjetas con algún motivo o tema coleccionable, que por lo general eran intercambiados entre amigos para obtener finalmente la colección completa. Estados Unidos cuenta con una gran tradición en este tipo de colecciones, que van desde fotografías de beisbolistas y futbolistas famosos, hasta fotogramas de películas, pasando por héroes patrióticos, aviones, parafernalia militar, portadas de libros, cartoons, comics, etc. En México el equivalente podría ser el de los álbumes de estampas, con imágenes de luchadores, ciencia, historia, historietas, etc. Sin embargo aquí el mercado no se desarrollo de forma tan importante como en los estados Unidos, donde comenzó como un extra que se agregaba a algunas marcas de tabaco, pero su popularización la logro al ser añadidas a los paquetes de chicles. No es de extrañar que a muchos niños les interesara más la tarjeta (o las tarjetas) que el mismo chicle.

Mars Attacks! Fue originalmente esbozada por un muy famoso artista de la compañía E.C. Comics, especializada en historietas populares de terror, muy truculetas y extrañas, aunque realmente también muy simples, lo que le ganó años después la persecución y prohibición del gobierno como material pernicioso para los lectores. Este artista fue Wally Wood. Sin embargo, las cartas fueron dibujadas sobre el modelo de Wood por Bob Powell y finalmente terminadas por Norm Saunders, uno de los artistas más famosos y prolíficos de la época pulp. Se le llama así a la época en que las revistas de corte popular, impresas en papel barato (también llamado de pulpa o papel revolución, aquí en México) se vendían a grandes tirajes en los Estados Unidos. Estamos hablando de entre los años 30´s y 40´s, aunque las revistas populares de este tipo pueden ser encontradas prácticamente hasta principios del siglo XX. Entre sus temáticas podemos encontrar, romance, aventura, ciencia ficción, historias sobrenaturales, policíacas, eróticas, de vaqueros y de deportes. No eran historietas, sino relatos literarios. Algunos escritores de esa época y ese mercado se han convertido en míticos como H.P. Lovecraft, que escribía horror y fantasía, al igual que L. Sprague de Camp; Robert E, Howard, el creador de Conan el Bárbaro, quien también escribía para revistas de aventuras deportivas; Abraham Merrit, cuyas historias eran de aventuras exóticas mezclando el horror y la fantasía; así como muchos más…la ciencia ficción, por ejemplo, le debe su popularización a este formato de mercado que lo dio a conocer en todo el mundo. Para cada uno de estos relatos, se necesitaba pues una ilustración y varios dibujantes y artistas plasticos se posicionaron y se hicieron famosos como portadistas o (precisamente) ilustradores de estos relatos.

Mars Attacks! se inspira precisamente en el arte de estas revistas, exagerado y épico, donde mostraban sin tapujos las escenas más horrorosas, los monstruos, las naves espaciales, las escenas violentas o el cuerpo de las mujeres más voluptuosas; y por supuesto, en una obra maestra de la literatura mundial: “La Guerra de los Mundos” de Herbert George Wells. Las tarjetas combinaban todos los elementos truculentos que le encantan a los niños: Marcianos monstruosos, armas sorprendentes, robots, desastres, naves espaciales, insectos gigantes, horror, ciudades destruidas y un montón de escenas sanguinolentas en 55 tarjetas.

Sin embargo nada de esto acabo agradando a los padres quienes denunciaron su exagerada y violenta imaginación. Finalmente, la colección fue sacada del mercado, pero ahora, cada una de esas cartas o un set completo original llega a valer miles de dólares por los coleccionistas.

La serie se hizo famosa no solo por su virulenta carga emocional, sino que ha inspirado obras nuevas basadas en ella, historietas, y una nueva serie de tarjetas con los “dibujos perdidos” de la edición original en 1994, lo que aumentó la colección a 66 tarjetas. Tim Burton, el famoso director Hollywoodense, se baso totalmente en estas tarjetas y filmó una parodia sobre el estilo americano de vida y su enfrentamiento a estos marcianos cabezones y malignos.

Si quieres saber más:
Las tarjetas de Mars Attack!: http://www.marsattacksfan.com/cards.htm
Página de fans: http://www.marsattacksfan.com/homepage.htm

CIUDADES DEL MAÑANA

Nota: Este articulo está tomado del Blog de Deckard

"Una imagen vale más que mil palabras". Este viejo (y, en ocasiones, discutible) dicho se convierte en un precepto esencial cuando hablamos de cine de ciencia ficción, género donde la imaginería visual goza de un poder inconmensurable para captar la atención del espectador y comunicarle, en cuestión de segundos, gran cantidad de información y sensaciones. Aquí cobra especial importancia la figura del diseñador de producción, que crea, contribuye y/o da forma a un enorme conjunto de ideas sobre el aspecto que debe tener el escenario en el que se desarrolla la acción del filme.

Cuando la creatividad se dispara y la imaginación desborda las posibilidades físicas y estéticas de la realidad que conocemos, es necesario recurrir a trucos ópticos, pinturas matte y efectos digitales para conseguir trazar con pulso firme los contornos atmosféricos de la historia hasta hacerlos creíbles y convertirlos en una fugaz realidad palpable para el espectador.

Cine digital. Escenarios de ciencia ficción se centra en la creación de estos entornos futuristas para las películas de los últimos 22 años. Es un libro que llama la atención por varias razones. La primera y más inmediata de ellas es su formato: un cuadrado casi perfecto de unos 255 mm de lado en cuya portada podemos ver llamativas imágenes de dos películas del género bien distintas: en la mitad superior, una hermosa instantánea del paisaje futurista de A.I. Inteligencia Artificial que capta la sensualidad y el colorido de Ciudad Rouge, la capital del placer en el filme de Spielberg; en la mitad inferior, una fotografía aérea del Manhattan gris, extraño y distópico retratado con gran éxito en Immortel, en la que destaca el inquietante rascacielos que sirve como sede de Eugenics.

En el interior, acompañando a un texto interesante, claro y preciso, abundan las imágenes de gran formato que captan al momento la atención del lector; todo un acierto, teniendo en cuenta que estamos hablando de un libro que hace hincapié en lo visual. La maquetación es sobria y elegante, lo que permite disfrutar aún más con la lectura y la admiración de las fotografías.

Respecto a las imágenes, el único punto negro reside en la baja resolución que muestran algunas de ellas (las de Blade Runner y Desafío Total, por ejemplo), aunque la mayoría poseen un buen nivel de nitidez.

Una vez tratado un tema tan importante como es el (atractivo) aspecto del libro, podemos pasar a un tema igualmente importante y del todo indispensable: el contenido. Cine digital. Escenarios de ciencia ficción consta de cuatro apartados esenciales:

- "Futuro Perfecto Imperfecto". Una introducción informativa, clara y brillante.

- "Los Mañanas del Ayer". Un breve repaso a la era predigital.

- "Las Películas". El alma del libro. Un interesante recorrido sobre 30 películas que abarca 22 años (desde 1982 hasta 2004).

- "Apéndices". Aquí destacan un pequeño glosario de términos importantes (aunque no indispensables) para comprender los aspectos más técnicos del texto y un apartado de información complementaria que incluye un interesante listado de películas de ciencia ficción y una colección de bibliografía relacionada con el tema (libros, revistas y direcciones url).

En Cine digital. Escenarios de ciencia ficción el autor, Matt Hanson (escritor y director de cine), se centra en el apartado visual de las 30 películas que toma como referentes pero, al mismo tiempo, nos transmite cuestiones indispensables en ellas, como su temática o argumento de partida así como interesantes detalles sobre su concepción y gestación. Y lo hace de forma metódica, clara y ordenada pero mateniendo siempre un enfoque personal, lo cual se agradece enormemente pues imprime personalidad al texto.

Las películas tratadas son bastante variadas y el catálogo incluye varias cintas de animación, algo que sorprende gratamente a los aficionados que contemplamos con asombro la indiferencia de ciertos autores por estas obras algo más olvidadas o marginadas del género: películas que lejos de pertenecer al ámbito infantil (como parecen pensar, por ignorancia, los encargados de ciertas superficies comerciales) suelen tener una gran profundidad y requieren de madurez para poder entenderlas y apreciarlas debidamente.

Las películas que estudia Hanson son

- Blade Runner (Ridley Scott, 1982). - Tron (Steven Lisberger, 1982). - Dune (David Lynch, 1984). - Brazil (Terry Gilliam, 1985). - Batman (Tim Burton, 1989). - Patlabor (Mamoru Oshii, 1990). - Desafío Total (Paul Verhoeven, 1990). - Alien 3 (David Fincher, 1992). - Memories (Katsuhiro Otomo, 1995). - La Ciudad de Los Niños Perdidos (Marc Caro & Jean-Pierre Jeunet, 1995). - Johnny Mnemonic (Robert Longo, 1995). - El Quinto Elemento (Luc Besson, 1997) - Starship Troopers (Paul Verhoeven, 1997). - Dark City (Alex Proyas, 1998). - La Amenaza Fantasma (George Lucas, 1999). - A.I. Inteligencia Artificial (Steven Spielberg, 2001). - Metrópolis de Osamu Tezuka (Rintaro, 2001). - Minority Report (Steven Spielberg, 2002). - Solaris (Steven Soderbergh, 2002). - Código 46 (Michael Winterbottom, 2003). - Matrix Revolutions (Andy Wachowski & Larry Wachowski, 2003). - Wonderful Days (Kim Moon-saeng). - Natural City (Byung-Chun Min, 2003). - Yo, Robot (Alex Proyas, 2004). - Appleseed (Shinji Aramaki, 2004). - Immortel (Enki Bilal, 2004). - Casshern (Kazuaki Kiriya, 2004). - Sky Captain Y El Mundo del Mañana (Kerry Conran, 2004). - 2046 (Wong Kar Wai, 2004). - Ghost In The Shell 2: Innocence (Mamoru Oshii, 2004).

En general estoy bastante de acuerdo con los referentes propuestos, aunque considero que en el período temporal escogido por el autor faltan algunas cintas esenciales (como 12 Monos, Nivel 13, Días Extraños, Stargate o Gattaca), otras que podrían ser interesantes (Equilibrium) y sobran al menos un par que no me parecen especialmente buenas ni excesivamente importantes; es el caso de Alien 3 (el autor dice que está muy infravalorada pero, no puedo evitarlo, me parece la peor de la saga; mis favoritas son la primera y la cuarta) y Casshern. A pesar de esto último he de reconocer que disfruté con los capítulos correspondientes a dichas películas y obtuve información que considero interesante.

La única crítica consistente que puedo hacer tiene que ver con la falta de homogeneidad en el tratamiento de ciertas películas: algunas cuentan con 12 páginas, como Wonderful Days o Immortel y otras con 2 tristes páginas, de las cuales sólo una tiene texto; es el caso de Appleseed o Patlabor. De todos modos, sería injusto decir que esto supone un lastre para el libro, que goza de virtudes más que suficientes para convertirse en un referente y una compra indispensable para cualquier persona que disfrute con el cine de ciencia ficción y quiera profundizar un poco en el tema o conocer interesantes títulos de los que no se suele hablar tanto en los circuitos más generalistas de información cinematográfica. Esa es otra virtud de Cine digital. Escenarios de ciencia ficción: al tratar películas tan dispares, permite descubrir alguna cinta desconocida por el lector; al menos, a mí me ha pasado y también a todos los amigos que tuvieron en sus manos mi ejemplar del libro.

Su texto claro e interesante, su buena maquetación y la lista de películas que trata dotan de gran interés a esta obra. Todos los aficionados al cine deberían echarle al menos un vistazo y darle una oportunidad. Merece la pena y os lo recomiendo con fervor.
Cine digital. Escenarios de ciencia ficción (Building Sci-Fi Moviescapes), escrito por Matt Hanson en 2004, tiene 176 páginas y ha sido editado en España por Editorial Océano, S.L. Cuesta unos 30 euros.