lunes, abril 27, 2009

COSAS QUE NO PODEMOS VER: A HAUNTING La Serie

Entre el mundo que vemos, y las cosas a las que tememos, existen puertas. Cuando son abiertas, las pesadillas se vuelven realidad. Estas son las historias verdaderas de gente inocente enfrentándose a lo inimaginable.

Para los que no sepan, estas eran las palabras con las que empezaba una serie de televisión del Discovery Channel cuya temática parecía pertenecer más al canal Infinito: HISTORIAS DE ULTRATUMBA.

Llamada en inglés A HAUNTING, la serie se compone de un grupo de documentales dramatizados sobre la experiencia de personas que tuvieron la mala suerte de toparse con casas y lugares que ocultan más cosas de las que se pueden observar a simple vista.

Por lo regular, el patrón de la serie es muy similar: una familia se cambia a la casa de sus sueños en algún lugar de los Estados Unidos. No pasa mucho tiempo cuando varios de ellos comiencen a experimentar situaciones fuera de lo común: sombras que desaparecen en un abrir y cerrar de ojos, figuras extrañas que los miran tras el reflejo del televisor, sueños inquietantes, voces sin cuerpo y objetos que parecen moverse por sí mismos. Al poco tiempo descubrirán que no están solos en la casa. Existe en ella otra fuerza que no pertenece al mundo de los humanos y que amenazara su estabilidad, llevando a la familia a los límites del miedo y de la impotencia.

Los productores de la serie señalan que todos sus programas están basados en casos reales además de presentar a las personas y los lugares donde se vivió la experiencia.

Como ya señale, el tema del programa parece, o realmente está, muy alejado de las temáticas que uno esperaría ver en algo llamado el Canal de los Descubrimientos, pero extrañamente fue una de las series con más audiencia y no es extraño el por qué. Siendo justos, el programa está muy bien hecho y la atmósfera lograda por la edición y la narrativa documental lleva el programa a niveles que pocas veces alcanza una película de horror, tal vez apoyada por la idea de que estamos siendo testigos de un hecho que se supone real.

El cine de horror de ficción, por el contrario, sufre del hecho de que todos sabemos que es precisamente eso, una ficción.

El primer programa que vi de la serie se trató de un especial llamado A HUNTING IN GEORGIA, donde se narraba la terrorífica historia de una niña con un poder muy especial: es capaz de ver y percibir a los espíritus de la gente muerta. Pero mientras va creciendo, su capacidad le permite percibir a otros entes que no son precisamente muertos y que se sienten cada vez más atraídos por ella. El programa de una hora de duración (o poco más) resulta verdaderamente inquietante y te hace llegar a preguntar si de verdad existe ese mundo espiritual del cual se habla en los documentales. ¿Son mentirosos, locos o fraudes todos aquellos que han dicho experimentar esta clase de sucesos? Y si no lo son, ¿cómo acomodar esta extraña fenomenología al universo newtoniano en que nos ha tocad vivir?

Todo esto viene a colación porque tuve la oportunidad de adquirir las cuatro temporadas (en un solo paquete de DVD´s) que conforman la serie. Con casi 40 historias, el paquete de A HAUNTING ofrece la serie completa (al menos hasta que saquen una 5ta. temporada), pero sin los programas especiales: A HUNTING IN GEORGIA, A HUNTING IN CONNECTICUT y THE HOUSE. Posesiones demoniacas, casas encantadas, espíritus furiosos y el mundo de lo paranormal se reúnen en esta colección apta solo para no cardiacos. Y no es chiste. Mucha gente no se atreve a ver el programa a solas y en la noche.

La parte mala de todo esto es que los capítulos solo vienen en inglés.
A HAUNTING Seasons 1 – 4
Timeless Media Group and New Dominum Pictures

martes, abril 21, 2009

FANTASMAS de Joe Hill

Hará como un año que la editorial SUMA DE LETRAS sacó a bombo y platillo una novela de horror llamada EL TRAJE DEL MUERTO, la opera prima de un escritor de fantástico de los Estados Unidos llamado Joe Hill, y para asegurarse de que lo supiéramos, imprimieron en un citillo que aquel no era otro que el hijo de Stephen King. La verdad ni ganas tuve de comprarlo. ¿Iba a encontrar otro clon de King? ¿Para qué desperdiciar dinero en algo que apestaba a comercialismo?

Acabe dejando la novela y olvidándome de Joe Hill. Sin embargo un año más tarde, me encuentro de la misma editorial una colección de cuentos suya titulada FANTASMAS. Como ahora se trataba de cuentos y la lectura de la contraportada más o menos me daba una idea interesante de lo que podía haber dentro, decidí comprarla. Además se veía que había ganado multitud de premios y aunque estos nunca son garantía plena, pues ¿que podía yo perder?

Comenzaré diciendo que Hill me dio una buena sorpresa. La verdad todavía está muy lejos de ser llamado un “nuevo maestro del horror” pero sus relatos, están bien escritos, valen la pena y a diferencia de su papá, al menos este si tiene varios gramos de originalidad.

En primer lugar, cuidado si lo compran por el nombre. No es precisamente un libro sobre cuentos de fantasmas (el nombre original es XXth Century Ghosts)y tampoco son precisamente cuentos de horror. Son relatos variados del género fantástico que vuelan desde la fantasía, al cuento de miedo aleteando como mariposas en santuario. Hay unos cuatro relatos de fantasmas, si, pero su contenido no se detiene ahí.

Se nota que el chico le ha aprendido bien al papá pues sabe usar la formula de este para enganchar al lector. Esto no es precisamente malo, porque sus cuentos aunque a veces apestan a King no son un clon de este. El chavo tiene oficio y se nota. También se notan sus influencias, que van desde su padre, pasando por Clive Barker, Nail Gaiman y Ray Bradbury (o al menos eso creo notar).

Varios de sus cuentos tienen finales bastante anticlimaticos, cosa que casi nunca le vi a King y al revés de este no toma ideas refritas para embellecerlas con su prosa, sino que busca nuevas y trabaja con ellas, aunque en muchas pudramos encontrar ciertos paralelismos con otros relatos.
Lo que sí es bastante notorio es una fijación con cierto estereotipo de personaje que después resulta ya cansado. Casi todos sus cuentos tienen como protagonista a un chico adolecente o prepuber con problemas de adaptación al medio, ya sea la sociedad, la escuela o la familia. Es, sin lugar a dudas, una obsesión. De los dieciséis cuentos incluidos, creo que solo tres no tienen a este protagonista, que resulta también muy emblemático en las novelas de su padre. Es de notar también su poca disposición a los personajes femeninos. Casi todo el libro parece el Club de Tobi.
El mejor cuento de terror, narra la espantosa reanimación de un editor de cuentos de terror hacia un género que lo tenía ya cansado y del cual conocía ya todos los clichés habidos y por haber.
Un fantasma del siglo veinte, narra el caso de un suceso fantasmal ocurrido en una sala de cine donde una chica aparece cuando se siente atraída por las películas a exhibir.
La ley de la gravedad, es un relato que en cierta forma me recordó a “El chico en la ventana”, un relato ganador de varios premios, solo que esta vez es la tierna historia de un chico hinchable, maltratado por todos excepto... por el matón de la clase.

Oirá cantar a la langosta, es el cuento más comentado de la antología pero a mi realmente no me pareció nada del otro mundo, ni mucho menos. Un chico de un pueblo acaba convertido en una langosta gigante asesina. Es una película B en cuento.
Hijos de Abraham, es la historia de un hombre y sus dos hijos y su método para enseñarlos a enfrentarse a las criaturas de oscuridad que los persiguen desde Europa. El nombre de Abraham le puede dar una pista de quien se trata. El relato resulta de un suspenso psicológico interesante y anqué bastante obvio el final, examina al personaje desde otro ángulo al que no estábamos acostumbrados.
Mejor que en casa no es un cuento fantástico propiamente dicho y aquí tenemos de nuevo de personaje al chico raro y babeante que nadie quiere y a la figura del beisbol y de su padre como iconos mayores.
El teléfono negro, donde un chico secuestrado en un sótano anónimo, lleno de manchas de sangre recibe unas extrañas llamadas por un teléfono negro por donde hablan las almas de los otros chicos atrapados.
Carrera final, otro cuento anticlimatico que no es precisamente de horror, donde otro chico inadaptado es el testigo de un asesinato verdaderamente espantoso.

La capa, es un relato muy bradburiano sobre la capa de superheroe de un chico y el mágico efecto que tiene y tendrá en él.
Último aliento, es otra historia bradburiana pero esta vez sobre un museo que guarda en él los últimos alientos de las personas al morir.

Madera muerta, es un cuento ultra corto, más que nada una interesante idea: ¿bosques fantasma?

El desayuno de la viuda, es otro de esos cuentos donde parece que no pasa nada, pero cuya maestría se fundamenta en lo bien escrito que está: un vagabundo es invitado a comer a la casa de una viuda. Bobby Conroy regresa de entre los muertos, cae también en esta rubrica de relatos que no son fantásticos pero tienen una conexión indudable con el género. Bobby Conroy trabaja de extra en El Amanecer de los Muertos Vivientes, donde encuentra de nuevo a su antigua novia de juventud. Uno de los relatos que más me gustaron.
La máscara de mi padre, es uno de los relatos más perturbadores que he leído. Un chico es llevado por su familia a una cabaña en el bosque donde se encuentran decenas de mascaras de fiesta. Gracias a un extraño viaje por el bosque descubrirá que sus habitantes, chicos enmascarados y un niño albino en bicicleta guardan una naturaleza estremecedora.
Fantasmas
Joe Hill
Suma de Letras, México 2009