Si hay algo que de verdad me da miedo, son los monstruos del mar. Es más, a mi todo lo que sea mar me da miedo. ¿Los pescados?: me dan miedo. ¿Los camarones?: Me dan miedo. ¿Bucear?: Me da miedo. ¿Los tiburones blancos?: mmmmm, como que poquito miedo…
Es tal vez por eso que me encantan las películas de monstruos marinos y más cuando son gigantes. De hecho, pienso que el mar es casi como uno de estos monstruos: es una infinidad azul que se pierde en el horizonte y guarda en su interior quien sabe cuántas sorpresas horripilantes. Aún recuerdo cuando mi papá me llevo a bucear por primera vez. Ver hacia lo lejos dentro del agua es, para mí, aterrorizante. Todo se convierte en un color azul lechoso, casi como una niebla que parece tragarse las distancias. Y uno siente que cualquier cosa puede salir de ahí en cualquier momento para atacarte, comerte o arrastrarte a las profundidades. Dios me hizo muy marica para eso del amor al mar.
De hecho mi pesadilla más frecuente es encontrarme en una playa y ver que una gran pared de agua – un tusnami u ola gigante – se acerca a gran velocidad para tragarse todo a su paso, incluido yo.
Por eso, cuando supe de la existencia de una serie de televisión llamada SURFACE cuyo pivote argumental tenía que ver con monstruos marinos gigantes, decidí que tenía que verla.
Para desgracia de los fans del programa, este solo duró una temporada. Y es extraño, porque es una serie verdaderamente buena. Los efectos especiales son de primera y la historia está muy bien armada, de manera que cada capítulo nuevo es un descubrimiento sobre la naturaleza de estas bestias marinas.
La trama va de un grupo de personajes que verán ligadas sus vidas gracias a sus encuentros con estas criaturas: una bióloga marina que en un viaje de profundidad descubre unos extraños abismos submarinos de donde surgen unas bestias imposibles de identificar; un tipo común y corriente que al ir de buceo con su hermano, es testigo de la llegada de uno de estos monstruos así como de la muerte de su acompañante; y finalmente, un adolecente que recoge del mar un raro huevo que acabará convertido en la más fascinante de las mascotas, una bestiecita simpática… y mortal.
Siendo justos, la serie no esconde las influencias que le dieron origen, que por cierto, son muy spielbergianas. Uno de los personajes es casi una copia de Richard Dreyfouss en ENCUENTROS CERCANOS DEL TERCER TIPO (1977) solo que en lugar de estar obsesionado con una montaña, esta se centra en unos agujeros abisales de donde parecen surgir estas criaturas. Es más, hasta hay una escena de “evacuación por tóxicos” que parece arrancada del filme mencionado. Existe además otra escena que es un claro homenaje a Ray Bradbury y su relato "La sirena en la niebla" donde una criatura prehistorica submarina emerge de las profundidades para responder al grave sonido de la sirena de un faro. El suspense y el misterio está muy bien dosificado lo que hace que cada capítulo tenga realmente algo que aportar a la historia que por momentos se va haciendo cada vez más intrigante: Los monstruos no se convierten en el misterio final sino que hay muchos más elementos a su alrededor que convierten la situación de la existencia de estas criaturas en una apuesta mucho más grande y que parece afectará a toda la humanidad.
Cada capítulo, por supuesto, tiene una formula. Al principio somos testigos de diferentes acontecimientos alrededor del mundo que, además de hacer gala de espectaculares efectos especiales, nos enganchan para quedarnos viendo el capitulo. Se nota que no fue una serie barata porque su factura es de alta calidad.
La mala noticia es que los gemelos Pate (los creadores de la serie) no terminaron la historia. La temporada se cerró con un final abierto (muy abierto) que incluye un bestial tsunami y una ciudad sumergida e infestada de monstruos gigantes que además de todo, no han mostrado todas las cartas que tienen bajo la manga.
Yo digo que una buena solución para concluirla sería escribir libros basados en la serie o hacer una película para televisión porque dejaron a muchos fans algo descontentos por la situación. Sin embargo y aún así, la serie vale muchísimo la pena porque no solo es emocionante y divertida sino que esta extraordinariamente bien hecha. Por el momento, la serie puede encontrarse toda en DVD. Yo la conseguí de Amazon.
Como un punto más, he de decir que cuando observaba a las bestias de la serie, note algo muy interesante: parecen estar muy inspiradas en los monstruos cartográficos diseñados por Olaus Magnus, quien en 1539 dibujaría la “Carta Marina”, un mapa muy detallado de las costas de Escandinavia, quien había agregado a estas bestias marinas en algunos de los puntos de su plano: Bestias marinas con caras que casi parecen de dragón, con larga cola y dos patas al frente, que por supuesto, era su representación fantástica de las ballenas… ¿o habrán sido realmente desconocidas y monstruosas criaturas del mar?
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