jueves, mayo 29, 2008

MUNDOS QUE PODRIAN SER

Desde hace ya algún tiempo había querido escribir una reseña de dos libros que leí casi al hilo y que para sorpresa mía resultaron tratar el mismo tema: Los universos alternativos. Como tip cultural, agregare que un universo alternativo no es igual a uno paralelo. Un universo alternativo tiene la singularidad de que su desarrollo es (o fue) hasta como el nuestro, hasta que en algún punto de la historia, algo le hizo cambiar el rumbo. Digamos ¿Qué hubiera pasado si Hitler hubiera ganado la guerra? ¿Cómo hubiera sido el mundo actual con esa condicionante integrada? ¿Y si el imperio azteca hubiera derrotado a los españoles y tlaxcaltecas? ¿Y si los idiomas se hubieran desarrollado de esa manera?

Hay multitud de novelas con esa premisa: El hombre en el castillo de Philip K. Dick es una de las más famosas, con el tema de los nazis victoriosos como punto de partida. La puerta de los mundos de Robert Silverberg también, con el tema de los aztecas como potencia mundial en los ochentas.

Un universo paralelo, por su lado, es un universo que coexiste “al lado del nuestro” con sus propias leyes y reglas. Por ejemplo, si existiera, el reino de las Hadas seria uno de esos universos paralelos.

En NO SOY UN LIBRO (titulado anteriormente LOS TRENES DEL VERANO) de José María Merino, nos encontramos con uno de los primeros. Tres jóvenes deciden salir de su natal España para pasar unas vacaciones en varios puntos de Europa. Sin embargo, durante su viaje en tren un extraño fenómeno atmosférico y un grupo de esferas brillantes y rosadas los harán desembarcar en algo que ha simple vista parece su mundo. Pero no lo es, porque en el París donde ahora se encuentra… ¡No hay torre Eiffel! Y nadie ha oído jamás de una lengua que se llame español. Y por si fuera poco, el libro que carga uno de los muchachos no parece ser un libro normal, pues sus textos señalan mientras más se va leyendo la historia, lo siguiente: ¡NO SOY UN LIBRO!

¿Cuál es la conexión entre ese tomo y los extraños fenómenos que poco a poco comienzan a asombrar a Europa?

Por otro lado está MYSTERIUM, una novela de Robert C. Wilson a quien yo conocía yo desde DARWINIA, una novela anterior que básicamente toma la misma idea solo que al revés. En DARWINIA el continente europeo, africano y asiático desaparecen prácticamente de la Tierra para aparecer en su lugar una extraña tierra con criaturas jamás vistas y un final épico que parece coquetear en muchos sentidos con los temas Lovecrafianos. El lector avisado podrá encontrarle cierto parecido con LAS ISLAS DEL INFIERNO de Torres Quesada, pero claro, LAS ISLAS… es en muchos sentidos, superior.

Pero en fin… MYSTERIUM narra la desaparición de un pueblo norteamericano gracias a un accidente en un laboratorio de investigaciones nucleares. El pueblo es arrancado de nuestro mundo y arrojado a una tierra alternativa, donde los Estados Unidos no existen, sino una especie de confederación gobernada por una elite religioso-fascista, que ve en esta situación un atentando a sus cimientos religiosos, pero también la oportunidad de hacerse con una tecnología que nunca habían imaginado pudiera existir: la tecnología de la energía atómica. Durante el transcurso de la novela, los habitantes del pueblo vivirán realmente como prisioneros en un campo de concentración extraído de su propio mundo y en medio de otro que les es claramente hostil, extraño y muchas veces tan retrogrado que se vuelve aterrador. En la contraportada del libro se puede leer “Es una combinación entre Stephen King y Arthur C. Clarke” lo cual resulta chocante, pero extrañamente, acertado. El tratamiento de la novela, el manejo de los personajes es muy al estilo de King, mientras que la idea básica y la premisa es muy cienciaficcionera. Que esto ultimo no los amedrente. Si bien no es una obra de arte Mysterium tiene todos los ingredientes para ser una interesante historia que merece leerse.

Todo esto viene a colación porque acabo de recibir las tres primeras temporadas en DVD de una serie de ciencia ficción que creo ya podemos considerar clásica: SLIDERS (Deslizadores). El joven estudiante de física Quinn Mallory (Jerry O´Connell), el profesor de ciencias Maximilian Arturo ( John Rhys-Davies), la dependienta de una tienda de computadores, Wade Welles (Sabrina Lloyd); y el cantante de rock Rembrand –Llorón – Brown (Cleavant Derricks) son enviados gracias a un experimento científico a un planeta Tierra alternativo donde una catástrofe climática a congelado a más de la mitad del globo. Un tornado de hielo obliga a los viajeros a activar el aparato que crea puentes entre los mundos y acaban arrojados a un Estados Unidos conquistado por los Soviéticos, solo que esta vez, el aparato que los ha llevado a ese lugar se ha descompuesto y solo puede llevarlos, como si se tratara de una ruleta de la suerte, a diferentes Tierras alternativas, que van desde una donde los intelectuales son los idolos populares más importantes, hasta Tierras donde los dinosaurios no han desaparecido, pasando por una extensa gama de otros San Franciscos, extrañamente modificados.

Lo interesante de esta serie es básicamente que se puede jugar a lo que sea con esa premisa: mundos donde nunca existió la penicilina, donde las mujeres son el sexo dominante, donde no se ha desarrollado jamás la teoría atómica, donde la brujería ocupa el lugar de las ciencia, etc. Por supuesto, el éxito de la serie, con consta de cinco temporadas y que duró desde 1995 hasta el 2000, se basa en la excelente química del grupo formado por estos cuatro exiliados que buscan desesperadamente volver a su hogar.

Realmente no pienso comprar las otras dos temporadas que me faltan porque la serie va decayendo poco a poco gracias a diversos problemas: en la cuarta temporada, SLIDERS pasa de ser serie del Sci-Fi Channel, a formar parte de la programación de Fox, y dos de sus protagonistas salen de la serie: John Rhys-Davies y Sabrina Lloyd, la segunda por problemas con un actor del elenco. Por si fuera poco, Jerry O´Connell obliga a la producción a contratar a su hermano (Charlie O´Connell) para que haga el papel de… ¡su hermano! No es la primera vez que ocurre esto, parece ser.

Es así que la cuarta y la quinta temporada tienen nuevos personajes, pero las historias no alcanzan a cuajar lo suficiente. Sin embargo SLIDERS fue una buena experiencia para la mayoría de sus protagonistas y creadores, y por supuesto, también del público.

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