Hoy ya dejaron de estar de moda, pero recuerdo que en los años ochenta, ser secuestrado por extraterrestres era lo “in”. Si los setentas fueron la época de Erich Von Daniken y sus libros sobre las visitas de los “dioses”, la siguiente década estuvo infestada de secuestros. Y no es que antes no hubiera habido. Yo recuerdo que los más famosos eran los secuestros de la pareja Hill y la abducción del campesino brasileño Vilas-Boas.
En 1987 aparece pues uno libro que se convertirá en una de las principales referencias sobre el tema de las abducciones: COMUNION: Una historia verdadera de Whitley Striber.
Striber ya era conocido desde antes como escritor. Sus novelas fantásticas de terror ya eran bastante conocidas en el medio y de hecho dos películas basadas en obras suyas ya habían sido producidas para cine, Wolfen (Michael Wadleigh, 1981) y The Hunger (El Ansia, Tony Scott, 1983). Sin embargo ninguna de ellas tendría la trascendencia o mejor dicho, la importancia de Comunión.
El libro es una recopilación de memorias de Striber sobre unas supuestas experiencias de secuestro que sufrió por parte de entes desconocidos que el mismo autor no se atreve a calificar formalmente de extraterrestres. Por medio del libro accedemos a sus platicas bajo hipnosis que identificaron el posible origen de una conducta de ansiedad que el sujeto presentaba. La mayor parte de estas abducciones se deban en su casa de campo, donde según esto, un extraño grupo de seres pequeños, marrones y rechonchos lo tomaban para llevarlos a algún misterioso lugar (presumiblemente, la nave de los entes) donde era víctima de una serie de pruebas físicas. Ahí mismo conoce también a otros seres diferentes a los secuestradores, pero mucho más cercanos a la imagen del extraterrestre que tenemos ahora. De hecho, el rostro de uno de ellos es el que se presenta en la portada.
Striber especula sobre el origen de sus visitas. ¿Son seres de las estrellas, de otra dimensión o tal vez una especie de juego de la mente que tiene que ver con una variedad de conexión colectiva entre los humanos y el concepto de los mitos? Realmente nada de ello es nuevo. La relación entre los “extraterrestres” y los secuestros por duendes ya había sido explorada antes por Jaques Vallé en su libro PASAPORTE A MAGONIA, pero Comunión logro acercar el tema a un público masivo anhelante de información sobre los ovnis y sus tripulantes. De hecho, no fue el primer libro en hacer eso. En Estados Unidos, dos libros anteriores de un mismo autor, Bud Hopkins ya habían extendido el tema: MISSING TIME e INTRUDERS, de los cuales, el segundo lograría en 1989 una versión cinematográfica para televisión.
El bestseller en que se convertiría Comunión impulsó también a las productoras a realizar su versión trasladada a celuloide. El trabajo estuvo a cargo de Philippe Mora, director de algunas películas fantásticas de la franquicia de The Howling (El aullido, una película de hombres lobo).
El problema es que trasladar el libro a la pantalla, tal cual, iba a resultar una tarea imposible. El libro se maneja a saltos entre el pasado y presente de Striber y realmente sin ningún orden esquemático que no vaya siendo su acceso a recordar sucesos o momentos clave en su caso. Entonces ¿Cómo llevar ese caos al cine, que maneja una estructura lineal de tres actos?
La película, definitivamente, no puede ser el libro. La idea, la esencia y algunas escenas del libro estarán ahí, pero deberá modificarse de manera que se pueda contar una historia y que al mismo tiempo no traicione el espíritu de la obra. La película deberá también adoptar una posición con respecto a los visitantes: ¿son extraterrestres o que son? Whitley Striber viene mencionado en los créditos como creador del guión y productor y es indudable que mucho de esta visión se debe a él. Resume su experiencia en una historia lineal que tiene principio y fin, y que además presenta casi en clave metafórica muchas de sus supuestas experiencias. De hecho es extraño, pero los visitantes, más que presentarlos como extraterrestres parecen una especie de seres entre duendes y criaturas de Alicia en el País de las Maravillas. La escena final de la película, muestra a Christopher Walken (quien interpreta a Striber) decidiéndose a encarar a sus secuestradores y saliendo al bosque para encontrarse con ellos en un paraje alejado. Las “naves espaciales” nunca se ven, porque la idea no es sugerir si son extraterrestres o no, sino dejarlos en un estado intermedio entre la existencia real y el mito. El Striber de Walken tiene su encuentro con las criaturas que realizan una especie de danza ridícula, sazonada con un broma a su visitante que nos da a entender algo que me pareció muy importante. Siempre se piensa que el contacto con otra inteligencia o conciencia se dará bajo los esquemas de las matemáticas o el pensamiento científico. Pero no había escuchado a nadie mencionar que tal vez pudiera darse bajo la estructura del buen humor. Una civilización que pueda traspasar su sentido del humor a otra y esta entenderla, pienso, ha dado un paso muy importante hacia el reconocimiento de ambos puntos de vista.
Siendo sinceros, no considero que la experiencia de Strieber haya sido cierta. Creo que más bien creó y desarrolló un producto acorde a la época y que tiene cierto grado de valor en el análisis del fenómeno que algunos conoce como abducciones (de hecho, no sé si lo han notado, pero durante más de una década, ya prácticamente no hay noticias sobre secuestros extraterrestres). La película es muy interesante en el sentido artístico de indagar como se realiza una adaptación de un libro tan limitadamente cinematográfico como Comunión.
Para las decenas de cientos de legiones de enamorados del fenómeno ovni, Comunión resulta una especie de testimonio-prueba de los sucesos. Hoy, Striber continúa escribiendo sobre el tema que le dio más ganancias. Después de COMMUNION, publica una secuela, TRANSFORMATION, donde intenta demostrarse a sí mismo que todo lo vivido tiene un origen puramente psicológico y mental pero acaba doblegándose ante la evidencia de que hay una fuerza externa que controla parte de su vida.
Posteriormente escribirá MAJESTIC, una novela basada en un caso “real” de un ovni accidentado que es recuperado por el gobierno y en 1995 después de no haber publicado nada por un buen tiempo regresa con la tercera parte de su serie basada en su propio caso, pero que ahora no tiene el éxito de las anteriores BREAKTHROUGH: The Next Step. De ahí continuara con THE SECRET SCHOOL: Preparation for Contact, THE COMMUNION LETTERS, escrito junto con su esposa y CONFIRMATION: The Hard Evidence of Aliens Among Us. Una de sus útimas novelas, THE GRAYS, regresa a los extraterrestres pero ahora bajo el cristal de la ficción.
Por supuesto que todo esto suena más a un proyecto comercial que a la imperiosa necesidad de dar a conocer sus increíbles experiencias.
En México, la primera novela fue editada bajo el sello de Edivisión y es ya muy difícil de encontrar. TRANSFORMACIÓN no sé si fue traducida al español, pero MAJESTIC si lo fue, editada también bajo el mismo sello. La película, en cambio, nunca se exhibió en el país y su versión en video, tampoco se distribuyó.
COMUNIÓN: Encuentros con lo desconocido / Una historia verdadera.
Por: Whitley Striber
Ed. Best Sellers Edivisión, México, 1987
En 1987 aparece pues uno libro que se convertirá en una de las principales referencias sobre el tema de las abducciones: COMUNION: Una historia verdadera de Whitley Striber.
Striber ya era conocido desde antes como escritor. Sus novelas fantásticas de terror ya eran bastante conocidas en el medio y de hecho dos películas basadas en obras suyas ya habían sido producidas para cine, Wolfen (Michael Wadleigh, 1981) y The Hunger (El Ansia, Tony Scott, 1983). Sin embargo ninguna de ellas tendría la trascendencia o mejor dicho, la importancia de Comunión.
El libro es una recopilación de memorias de Striber sobre unas supuestas experiencias de secuestro que sufrió por parte de entes desconocidos que el mismo autor no se atreve a calificar formalmente de extraterrestres. Por medio del libro accedemos a sus platicas bajo hipnosis que identificaron el posible origen de una conducta de ansiedad que el sujeto presentaba. La mayor parte de estas abducciones se deban en su casa de campo, donde según esto, un extraño grupo de seres pequeños, marrones y rechonchos lo tomaban para llevarlos a algún misterioso lugar (presumiblemente, la nave de los entes) donde era víctima de una serie de pruebas físicas. Ahí mismo conoce también a otros seres diferentes a los secuestradores, pero mucho más cercanos a la imagen del extraterrestre que tenemos ahora. De hecho, el rostro de uno de ellos es el que se presenta en la portada.
Striber especula sobre el origen de sus visitas. ¿Son seres de las estrellas, de otra dimensión o tal vez una especie de juego de la mente que tiene que ver con una variedad de conexión colectiva entre los humanos y el concepto de los mitos? Realmente nada de ello es nuevo. La relación entre los “extraterrestres” y los secuestros por duendes ya había sido explorada antes por Jaques Vallé en su libro PASAPORTE A MAGONIA, pero Comunión logro acercar el tema a un público masivo anhelante de información sobre los ovnis y sus tripulantes. De hecho, no fue el primer libro en hacer eso. En Estados Unidos, dos libros anteriores de un mismo autor, Bud Hopkins ya habían extendido el tema: MISSING TIME e INTRUDERS, de los cuales, el segundo lograría en 1989 una versión cinematográfica para televisión.
El bestseller en que se convertiría Comunión impulsó también a las productoras a realizar su versión trasladada a celuloide. El trabajo estuvo a cargo de Philippe Mora, director de algunas películas fantásticas de la franquicia de The Howling (El aullido, una película de hombres lobo).
El problema es que trasladar el libro a la pantalla, tal cual, iba a resultar una tarea imposible. El libro se maneja a saltos entre el pasado y presente de Striber y realmente sin ningún orden esquemático que no vaya siendo su acceso a recordar sucesos o momentos clave en su caso. Entonces ¿Cómo llevar ese caos al cine, que maneja una estructura lineal de tres actos?
La película, definitivamente, no puede ser el libro. La idea, la esencia y algunas escenas del libro estarán ahí, pero deberá modificarse de manera que se pueda contar una historia y que al mismo tiempo no traicione el espíritu de la obra. La película deberá también adoptar una posición con respecto a los visitantes: ¿son extraterrestres o que son? Whitley Striber viene mencionado en los créditos como creador del guión y productor y es indudable que mucho de esta visión se debe a él. Resume su experiencia en una historia lineal que tiene principio y fin, y que además presenta casi en clave metafórica muchas de sus supuestas experiencias. De hecho es extraño, pero los visitantes, más que presentarlos como extraterrestres parecen una especie de seres entre duendes y criaturas de Alicia en el País de las Maravillas. La escena final de la película, muestra a Christopher Walken (quien interpreta a Striber) decidiéndose a encarar a sus secuestradores y saliendo al bosque para encontrarse con ellos en un paraje alejado. Las “naves espaciales” nunca se ven, porque la idea no es sugerir si son extraterrestres o no, sino dejarlos en un estado intermedio entre la existencia real y el mito. El Striber de Walken tiene su encuentro con las criaturas que realizan una especie de danza ridícula, sazonada con un broma a su visitante que nos da a entender algo que me pareció muy importante. Siempre se piensa que el contacto con otra inteligencia o conciencia se dará bajo los esquemas de las matemáticas o el pensamiento científico. Pero no había escuchado a nadie mencionar que tal vez pudiera darse bajo la estructura del buen humor. Una civilización que pueda traspasar su sentido del humor a otra y esta entenderla, pienso, ha dado un paso muy importante hacia el reconocimiento de ambos puntos de vista.
Siendo sinceros, no considero que la experiencia de Strieber haya sido cierta. Creo que más bien creó y desarrolló un producto acorde a la época y que tiene cierto grado de valor en el análisis del fenómeno que algunos conoce como abducciones (de hecho, no sé si lo han notado, pero durante más de una década, ya prácticamente no hay noticias sobre secuestros extraterrestres). La película es muy interesante en el sentido artístico de indagar como se realiza una adaptación de un libro tan limitadamente cinematográfico como Comunión.
Para las decenas de cientos de legiones de enamorados del fenómeno ovni, Comunión resulta una especie de testimonio-prueba de los sucesos. Hoy, Striber continúa escribiendo sobre el tema que le dio más ganancias. Después de COMMUNION, publica una secuela, TRANSFORMATION, donde intenta demostrarse a sí mismo que todo lo vivido tiene un origen puramente psicológico y mental pero acaba doblegándose ante la evidencia de que hay una fuerza externa que controla parte de su vida.
Posteriormente escribirá MAJESTIC, una novela basada en un caso “real” de un ovni accidentado que es recuperado por el gobierno y en 1995 después de no haber publicado nada por un buen tiempo regresa con la tercera parte de su serie basada en su propio caso, pero que ahora no tiene el éxito de las anteriores BREAKTHROUGH: The Next Step. De ahí continuara con THE SECRET SCHOOL: Preparation for Contact, THE COMMUNION LETTERS, escrito junto con su esposa y CONFIRMATION: The Hard Evidence of Aliens Among Us. Una de sus útimas novelas, THE GRAYS, regresa a los extraterrestres pero ahora bajo el cristal de la ficción.
Por supuesto que todo esto suena más a un proyecto comercial que a la imperiosa necesidad de dar a conocer sus increíbles experiencias.
En México, la primera novela fue editada bajo el sello de Edivisión y es ya muy difícil de encontrar. TRANSFORMACIÓN no sé si fue traducida al español, pero MAJESTIC si lo fue, editada también bajo el mismo sello. La película, en cambio, nunca se exhibió en el país y su versión en video, tampoco se distribuyó.
COMUNIÓN: Encuentros con lo desconocido / Una historia verdadera.
Por: Whitley Striber
Ed. Best Sellers Edivisión, México, 1987